El nuevo Mazda CX-60 llegará al mercado equipado con los nuevos motores diésel Mazda SkyActiv-D. El fabricante de Hiroshima promete que estos nuevos motores cumplirán con la norma Euro 7, aunque todavía no sepan exactamente lo drástica que será. Y es que todavía está en fase de discusión. Sólo sabemos que será muy estrictos, especialmente para los motores diésel.
A pesar de que la demanda de turismos con motor diésel se redujo en Europa en 2021 casi un 51 % con respecto a 2020, hasta alcanzar sólo el 19,6 % de cuota de mercado, sigue siendo un motor que atrae a la clientela en determinados segmentos.
Por ejemplo, en el de los compactos, cerca de un 30 % de las ventas sigue siendo con motores diésel. Una proporción que se dispara cuando hablamos de SUV de grandes dimensiones, como el Mazda CX-60 y sus 4,75 m de largo.
En todo caso, el director senior de desarrollo técnico del centro de I+D de Mazda Europa, Joachim Kunz, confía en que el motor cumplirá la norma Euro 7 cuando el CX-60 salga a la venta a mediados de 2022, a pesar de no saber del todo lo estrictas que serán esas nuevas normas.
Lo único que se sabe, de momento, es que la Euro 7 no se centrará en las emisiones de CO₂, sino en las emisiones de gases nocivos, como los NOx (óxidos de nitrógeno, que no son exclusivos de los diésel), el monóxido de carbono (CO) y los hidrocarburos no quemados, así como las partículas finas.
Un motor de gran cilindrada para poder luego limitarlo si es preciso
Así, sin saber exactamente cuales serán las limitaciones que se impondrán con la Euro 7, el objetivo principal para Mazda ha sido mejorar la eficiencia de la combustión y no desperdiciar energía, sobre todo en términos de pérdida de calor. A eso se le añade que para reducir las emisiones de NOx, hay que reducir la temperatura de combustión.
Para que los ingenieros pudieran trabajar con el menor número posible de limitaciones y superar este reto, Mazda optó por un motor de gran tamaño: 3.3 litros para un 6 cilindros en línea.
La gran cilindrada permite a Mazda limitar a posteriori el motor si fuese necesario sin dejar de ofrecer unas cifras de potencia y par motor que consideren competitivas en el segmento, al mismo tiempo que mejora las prestaciones de sus actuales propulsores turbodiésel de cuatro cilindros Skyactive-D, asegura Kunz.
Mazda dijo anteriormente que la tecnología mild-hybrid de 48 voltios formaba parte del plan para ayudar a que sus motores de nueva generación cumplieran con las estrictas normativas sobre emisiones, pero que las mejoras en el diseño, incluida la eficiencia de la combustión, ayudarían a minimizar las emisiones de óxidos nocivos (NOx).
"Tener un motor de 3,3 litros significa que queremos ir sobre seguro en cuanto a par y potencia", explicó Joachim Kunz. Y añadió: "Para conseguir bajas emisiones de NOx necesitamos bajas temperaturas de combustión y tener un motor más grande mantiene las temperaturas más bajas, lo que es bueno tanto para reducir la pérdida de calor como para reducir las emisiones de NOx en bruto. Esto, a su vez, nos permitirá tener un sistema de postratamiento más sencillo".
El nuevo turbodiésel de Mazda incorporará un sistema de reducción catalítica selectiva (SCR). El SCR, que convierte los NOx con la ayuda de un catalizador en dinitrógeno y agua, será más pequeño y requerirá recargas menos frecuentes de urea (AdBlue).