El Mazda CX-7 es el único SUV de Mazda, y sufre ahora un pequeño restyle dos años después de su lanzamiento. Cambian algunos elementos de su exterior, materiales y equipamiento en su interior y un nuevo motor diésel.
En el exterior aparecen cambios que, según Mazda, realzan la imagen de marca premium. En el frontal encontramos una parrilla más amplia con cromados en los acabados superiores, que sirve además para mejorar la refrigeración.
En la parte trasera del Mazda CX-7 han sustituido las ópticas por unas muy similares a las del modelo anterior, caracterizadas por los cristales blancos, pero con un diseño ligeramente distinto.
Cuenta también con unas llantas de 18 pulgadas de nuevo diseño, que son de 19 pulgadas en el acabado Luxury.
El nuevo motor que se añade a la gama es un 2.2 diésel, que tiene una potencia de 173 cv, acelera de 0 a 100 km/h en 11,3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 200 km/h. El más potente de la gama del Mazda CX-7 es un 2.3 gasolina turbo que tiene una potencia de 260 cv.
En el interior encontramos un nuevo volante con mandos integrados y un nuevo cuadro con iluminación azul, agujas blancas y esferas con efecto tridimensional.
Al igual que el Mazda3 y Mazda6, el Mazda CX-7 incorpora ahora una pantalla multifunción denominada MID, en el que se puede ver información de consumo, mantenimiento, cámara de visión trasera, navegador, etc. La pantalla multifunción puede ser de 4,1 pulgadas en color o bien de 3,5 pulgadas monocromo.
En otra pantalla independiente encontramos la información del equipo de sonido, del climatizador, y debajo de ésta indicador de cinturones desabrochados y anulador de airbag.
En Motorpasión | Mazda CX-7 2007 a la venta a partir de agosto