Las llamadas a revisión cada día tienen un tinte más cómico. La última afecta a 52.000 unidades del modelo Mazda 6 fabricadas entre el 8 de abril de 2008 y el 8 de febrero de 2010, y se pondrá en marcha antes del próximo 25 de marzo, y detrás está la NHTSA.
Resulta que algunas arañas pueden tejer su tela dentro del tubo de evaporación de gases, lo que podría provocar que la presión del depósito de combustible pueda llegar a ser excesivamente baja cuando el sistema de control de emisiones se pone en funcionamiento.
Como resultado, el depósito de combustible podría acabar teniendo algunas grietas que en algunos casos podrían permitir pequeñas pérdidas de carburante. Por el momento solo hay dos conductores afectados por este problema, y ninguno sufrió daños personales.
Dada como probada la relación entre la tela de araña, y este problema mecánico, Mazda va a instalar un pequeño muelle en la línea de ventilación para impedir la entrada de arañas y reprogramará el software de los 52.000 Mazda 6 para evitar la excesiva presión negativa en el depósito del combustible.
Sinceramente, no sé qué pensar. No sabía que una araña perversa pudiera provocar estos daños en un coche, y tampoco pensaba que ninguna marca pudiera estar preparada para ello. Quizá tendríamos qué plantearnos que pasaría si una maliciosa ardilla mordisquea nuestro limpiaparabrisas, y como consecuencia de esto, en un día de lluvia, nuestra visibilidad empeora sensiblemente.
Ya en serio, no digo que esté mal que se mejoren algunos detalles en nuestros coches, pero llamar a revisión a 52.000 coches porque dos clientes han tenido una avería como consecuencia de una araña (estoy dando por hecho que la investigación de la NHTSA es completamente fiable), me parece excesivo. ¿Qué os parece a vosotros?
Vía | El Mundo
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