Si ayer os contábamos que los primeros Lexus LFA están comenzando a llegar entre algodones a los clientes de todo el mundo, hoy os traemos una demostración de la alegría que genera en algunos de sus clientes el recibir su nuevo superdeportivo.
Este es el caso del costarricense Javier Quirós, dueño de la empresa que importa Toyota en Costa Rica y un veterano piloto que ha participado en carreras de primera a nivel internacional.
A Quirós le avisaron recientemente de que su nuevo y flamante Lexus LFA acababa de llegar a su destino, así que ni corto ni perezoso se dirigió a la nave dónde el coche todavía estaba en la plataforma realizada específicamente para su transporte. Reluciente color rojo que recuerda a un Ferrari, para un coche que gracias a su V10 de 4.8 litros y 552 CV puede poner en aprietos a alguna creación de la casa de Maranello.
A pesar de que su coche había llegado entre algodones a su destino en perfecto estado, el entusiasmado propietario no pudo resistirse a la tentación de comenzar a disfrutar desde el minuto uno (nunca mejor dicho) del potencial de su nueva adquisición, así que se puso a hacer trompos en el interior de la nave dónde estaba el coche.
El espacio del que disponía era bastante reducido, y corría el riesgo de estrellar su nuevo coche contra un grupo de Toyota Prius que descansaban en un lateral, o incluso contra alguna de las cajas de repuestos que descansaban al lado de estos. Por fortuna este episodio se saldó de forma positiva y no entrará a formar parte de Dolorpasion™.
Así pues, todos los cuidados con los que su nuevo Lexus LFA había llegado hasta su destino desaparecieron en el momento en que Quirós puso en marcha su nuevo coche, un coche que evidentemente ha sido concebido para disfrutar al máximo en todo momento. Esa es la filosofía…
Vía | Motor Full