Lamborghini Veneno

Este año Lamborghini cumple 50 años y lo hace con el lanzamiento del Lamborghini Veneno, un exclusivo modelo que se presenta en el Salón de Ginebra. Hablamos de exclusividad porque solo se fabricarán tres unidades, y la que se muestra en Ginebra será la número cero.

Desarrollará 750 caballos, acelerará de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y la velocidad máxima será de 355 km/h. Su precio no está al alcance de cualquiera, ya que cuesta tres millones de euros más impuestos y además ya están las tres vendidas.

El motor del Veneno es un V12 de 6.5 litros de cilindrada que se combina con la caja de cambios secuencial de 7 velocidades con cinco modos de funcionamiento. Los 750 caballos se transmiten al asfalto a través de ambos ejes, ya que tiene tracción a las cuatro ruedas.

Chasis, llantas y peso del Lamborghini Veneno

El chasis es monocasco de fibra de carbono y los subchasis de aluminio delanteros y traseros, sustentan una carrocería muy innovadora, que recuerda a los coches de carreras por sus múltiples alerones, pero que mantiene los rasgos típicos de los modelos de Sant’Agata Bolognese.

Las llantas de 20 pulgadas delante y 21 pulgadas detrás son de dudoso gusto, aunque estoy casi seguro de que a sus potenciales clientes le gustarán. Llevan un anillo de fibra de carbono alrededor que permiten que fluya más aire hacia los discos de freno carbono-cerámicos.

Con un peso de 1.450 kilos, es 125 kilos más ligero que el Lamborghini Aventador con el que comparte muchos elementos e inspiración.

Lamborghini presenta Veneno, nombre de un toro andaluz

Como es tradición en los modelos Lamborghini, el nombre Veneno viene de un toro español. Se trata de un toro bravo que fue muy famoso en Andalucía en 1914 ya que mató al torero José Sánchez Rodríguez en la Plaza de Toros de San Lúcar de Barrameda.

Mañana esta máquina desperatrá todas las miradas en el Salón de Ginebra, pero no se si será capaz de restarle protagonismo al McLaren P1 y al Ferrari F150. Por el momento, este se ha adelantado al de Maranello. Si Enzo levantase cabeza...