Infiniti también ha estado presente en el Salón Internacional del Automóvil de Detroit y lo ha hecho con el siguiente paso lógico en la evolución de un modelo. Después de la presentación en 2016 del Infiniti QX Sport Inspiration, el Infiniti QX50 Concept aproxima el prototipo al que más que probablemente sea el próximo modelo de producción de la marca japonesa que completará a los QX30 y QX70, y uno de sus mayores aciertos.
Con la tendencia de los SUV al alza, el QX50 Concept sienta las bases musculosas y elegantes del futuro todocamino medio de la división premium de Nissan. Aprovechando su estreno también se han presentado dos nuevas tecnologías: el sistema de conducción autónoma Infiniti ProPilot y el motor de compresión variable VC-Turbo.
La jugada maestra de Infiniti
Exteriormente el QX50 Concept marca las líneas próximas al diseño definitivo, y trata de diferenciarse claramente de competidores directos como el SEAT Ateca o el Nissan Qashqai a base de unas líneas más atrevidas. El lenguaje de la marca llamado "Powerful Elegance" marca mucho los perfiles y saca músculo pero sin dejar de lado la elegancia ni las influencias de coupé para la línea del techo.
En el interior Infiniti quiere plasmar nuevamente su seña de identidad saliéndose de lo convencional. La marca promete "una reinterpretación del uso de las telas, maderas y cueros inspiradas en el mundo de la artesanía japonesa", pero con un diseño muy luminoso que combina los tonos oscuros y claros con formas orgánicas y piezas en contraste metálicas con un aire muy deportivo y un toque futurista con una consola sin botones, sólo dos grandes pantallas táctiles.
Quizá sea precisamente el interior uno de los puntos que más cambien con respecto al modelo definitivo, desterrando los asientos de corte tan futurista por unos más convencionales y materiales algo menos llamativos. Las cuatro espaciosas plazas se conservarán intactas, así como las líneas generales del salpicadero y el cuadro de mandos que combina instrumentación analógica y digital.
Una tecnología prometedora bajo el capó
El sistema ProPilot propuesto por Infiniti será más un copiloto que un modo de conducción autónoma. En todo momento el control del vehículo estará en las manos del conductor, pero un completo apartado de ayudas activas a la conducción permitirán delegar las tareas más cansadas como la parada y arranque en los atascos con control de crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril y control de la distancia de seguridad.
Empleando un completo equipo de escáneres láser, radares y cámaras, la tecnología estrenada en el QX50 Concept será capaz de leer lo que ocurre alrededor del vehículo, controlando los movimientos del resto de usuarios y avisando al conductor o reaccionando de manera preventiva en caso de ser necesario.
Dejando al margen la línea de trabajo de propulsión híbrida y eléctrica, el nuevo motor VC-Turbo parece una propuesta bastante interesante. Empleando un motor de gasolina 2.0 litros de cuatro cilindros turboalimentado se implementa una gestión de la compresión del motor (de 8:1 a 14:1) para conseguir el rendimiento termodinámico óptimo en cada régimen de revoluciones.
Infiniti promete que conseguirá las prestaciones de un V6 gasolina (272 CV) con los consumos y el par motor (390 Nm) de un diésel. Con una eficiencia un 27% superior a los V6 gasolina con la misma potencia y sin las emisiones de partículas de los motores de gasóleo, si el VC-Turbo funciona como prometen podría convertirse en uno de los mejores motores.