La crisis entre Rusia y las naciones occidentales está lejos de estar zanjada y ambos bandos aún pueden ponerse más chulos. Rusia ya ha respondido a las sanciones de Occidente limitando la importación de algunos productos alimenticios, pero ¿qué va a ir después? ¿Y si deciden no importar vehículos de la UE o EEUU?
Pues bien, el impacto no será igual para todos. Dentro de Rusia tenemos algunos fabricantes: Ford, Hyundai, Renault, Toyota, Volkswagen... que o bien ensamblan vehículos completos o parten de piezas enviadas desde el exterior para luego terminar el ensamblado. Ellos no notarán restricciones a la importación.
Los que sí que van a notarlo es aquellos fabricantes que no tienen esa infraestructura, y sus vehículos tienen que pasar la frontera terminados. El mercado ruso terminó 2013 con 2,6 millones de unidades (turismos + VI ligeros), una caída del 5,5%. Este año va una caída del 10% incluyendo julio, por la caída del rublo y la citada crisis.
El veto a las importaciones de vehículos de naciones que se enfrenten al oso ruso no implicará un desabastecimiento. Seguro que los fabricantes chinos están encantados con ello, y en menor medida los surcoreanos. No hay nada decidido oficialmente, pero es una posibilidad con la que hay que lidiar.
El diario ruso Vedomosti ya lo deja caer, que si hay más sanciones contra Rusia, pueden cerrar sus fronteras a ese tipo de productos. Al ser una nación que importa muchas cosas de Occidente, Rusia tiene capacidad de echar un buen pulso. Se abastecen más de Asia y asunto arreglado.
Antes de la crisis ucraniana, el mercado ruso se perfilaba como muy interesante por varios fabricantes, como el brasileño, indio o chino. No es que sea muy grande en volumen, pero tiene mucho potencial de crecimiento. En lo que va de año, el 27% de los turismos vendidos en Rusia fueron importados del exterior.
Vía | Automotive News
Fuente | Vedomosti (en ruso)