Hace unas horas, el que fuera presidente de Nissan (y que aún lo es de Renault), Carlos Ghosn, salió de la cárcel japonesa en la que está bajo custodia. Pero la Fiscalía de Japón ha vuelto a ordenar el arresto del directivo por nuevas acusaciones sobre fraude financiero en Nissan.
Según explica Autonews Europe, el nuevo arresto otorga a los fiscales el derecho a detener a Ghosn como mínimo durante otros 10 días, mientras que sus posibilidades de salir en libertad bajo fianza se reducen.
Mientras, aumenta la tensión entre los dos socios
Las nuevas acusaciones se basan en las sospechas de que entre 2008 y 2012, Ghosn malversó fondos por más de 30 millones de dólares entre pérdidas personales traspasadas a Nissan y fondos enviados a una cuenta propia, aprovechando la crisis financiera de 2008.
El exdirectivo de Nissan ha negado las acusaciones y asegura que no transfirió pérdidas al fabricante; quiere limpiar su nombre en los tribunales. Recordemos que Ghosn fue arrestado por primera vez el 19 de noviembre, y él y Nissan fueron acusados formalmente el 10 de diciembre por falsificar informes de valores que inflan sus ingresos por decenas de millones de dólares.
El CEO de Nissan y antiguo protegido de Ghosn, Hiroto Saikawa, se ha convertido en una fuerza impulsora en la investigación sobre las presuntas malas prácticas de Ghosn y su ayudante Greg Kelly, quien también está acusado en el caso.
La Ley de Compañías de Japón establece que violar la Ley de Sociedades del país puede conllevar una pena máxima de prisión de hasta 10 años y una multa de 10 millones de yenes.
A pesar de que hace un mes Nissan destituyera a Ghosn, Renault le ha mantenido como presidente y director ejecutivo hasta que no tengan evidencias de que haya cometido irregularidades. "Renault quiere ejercer la posibilidad de nombrar a sus directores y esto se hará en una junta de accionistas", dijo Martin Vial, miembro de la junta de Renault.
Ghosn, de 64 años, también sigue siendo jefe de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.