La crisis económica en la que llevamos varios años inmersos no parece por el momento que llegue a su fin. De hecho Europa que apuntaba hasta hace poco un ligero crecimiento, ha vuelto a la recesión, más o menos acusada según el país, pero decrecimiento al fin y al cabo. Durante esta crisis la marcas generalistas lo están pasando mal, algunas capeando el temporal como pueden, otras sufriendo más de lo que parece (hace un rato os hablaba de PSA y Opel).
Sin embargo las marcas premium y de lujo no solo están aguantando el chaparrón (hay quien incluso diría diluvio) sino que incluso aumentan sus ventas, ahí están los ejemplos de BMW, cuyo grupo batió récords de ventas en septiembre, o Porsche, que ha aumentado sus ingresos y ventas en lo que llevamos de año.
Volvo el año pasado estaba bastante satisfecha por sus resultados, creciendo las ventas a nivel mundial, incluso en España, donde las ventas de coches no levantan cabeza, pero Volvo mejoraba su cuota de mercado. Lamentablemente con el cambio a peor de la situación económica, la marca sueca empieza también a notar el parón en Europa, su principal mercado, donde las ventas han caido un 10,6% en lo que va de año.
Así que durante la semana 44 del año se detendrá temporalmente la producción en la factoría de Volvo de Torslanda, en Suecia, una población a unos 12 km de Gotemburgo. Allí se fabrican los XC90, S80, V70, XC70 y V60. Es una de las plantas más grandes de la marca, y en Torslanda se encuentran además los cuarteles generales de la compañía y el antiguo museo Volvo (que se perdió en un incendio). Se suma este ajuste a la reducción del ritmo de fabricación por hora que Torslandaverken tenía desde el 1 de octubre.
En Motorpasión | Volvo V40, presentación y prueba en Asturias (parte 1)