Durante los últimos meses, concretamente desde junio, la moneda rusa, el rublo, ha perdido aproximadamente un 40% de su valor, generando la peor crisis financiera del país desde 1998. Hoy hemos sabido que varios fabricantes de automóviles, como General Motors, Audi o Jaguar Land Rover, han detenido sus ventas en Rusia para lidiar con la pérdida de valor del rublo.
En las últimas semanas muchos rusos han comprado coches como una forma de convertir su dinero en bienes que mantengan el valor. Esta crecida en ventas de automóviles, que en principio parecía positiva para las marcas, se ha convertido en un problema para los fabricantes, que han incurrido en pérdidas al rebajarse de forma tan importante el valor de la moneda.
El pasado 16 de diciembre General Motors suspendía las ventas en Rusia, y de momento no hay una fecha para retomarlas, aunque Chevrolet, Opel y Cadillac entregarán los vehículos que ya hayan sido adquiridos, al precio acordado. Jaguar Land Rover y Audi, por su parte, también han detenido las ventas en el gigante euroasiático. La marca alemana, además, parará la producción de su planta de Kaluga entre el 22 de diciembre y el 12 de enero.
Otros fabricantes como Toyota han decidido aumentar los precios de sus modelos para ajustarse a las condiciones del mercado, aunque todavía trabajan en determinar cuándo y cuánto. Descartan por ahora recurrir a la drástica medida de detener las ventas. Volkswagen, por ejemplo, continúa también las ventas aunque no quita ojo al mercado, por lo que pueda pasar.
Foto | Oscar Rasson (Flickr)
Vía | Autonews
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