Volkswagen está atravesando la peor crisis de su historia y por fin se ha alcanzado el primer acuerdo con los sindicatos, con varias medidas para capear el temporal. Entre ellas está la reducción de sueldo, que sufrirán los empleados de la marca, pero también los directivos. Que los dirigentes vieran asimismo su salario reducido era condición indispensable para dar luz verde al acuerdo.
Aunque, pese al ahorro que supondrá esta medida, se prevén ajustes de plantilla a futuro, aunque no inmediatamente, y ajustes de producción. También está en el aire el futuro de varias plantas. En total se estima que Volkswagen ahorrará unos 15.000 millones de euros al año a medio plazo gracias a todas las medidas acordadas.
No solo lo trabajadores: los sindicatos exigieron que también los directivos redujeran su salario
Cerca de 4.000 directivos renunciarán a bonificaciones, lo que supondrá un recorte del 10 % de su salario para los próximos años. En concreto no percibirán el bono de mayo en 2025 y 2026. Además, durante los tres años siguientes el sueldo de los directivos se ajustará un 8 %, un 6 % y un 5 %. Esta reducción se aplicará hasta 2030, en principio, según recoge el medio germano Sueddeutsche Zeitung.
"La dirección y el consejo de administración deben ser parte de la solución, que es lo que los empleados han exigido desde el principio. Y eso es lo que está pasando ahora", señalan desde el sindicato IG Metall, que se han mostrado satisfechos de los acuerdos alcanzados con la dirección de Volkswagen.
Los trabajadores de Volkswagen se habían mostrado conformes con una reducción de sueldo del 10 % para evitar el cierre de fábricas. Pero exigieron como condición indispensable que se aplicara también a la dirección y la junta directiva. En total 140.000 trabajadores de la firma renunciarán a pluses y bonos hasta 2031. Se prevé un ahorro de 9.000 millones de euros gracias a estos ajustes de sueldo.
Los dirigentes sindicales tildaron el acuerdo de "milagro de Navidad" tras 70 horas de negociaciones, las más largas en los 87 años de historia de la empresa. Oliver Blume, CEO del Grupo Volkswagen, recibió el año pasado 9,7 millones de euros de salario, siempre sujeto a los resultados económicos.
35.000 puestos de trabajo menos y el futuro de dos fábricas aún en el aire. "No se cerrará ninguna planta, no se despedirá a nadie por razones operativas y nuestro acuerdo salarial de empresa estará asegurado a largo plazo", ha señalado la jefa del comité de empresa, Daniela Cavallo, según recoge Reuters.
Pero aunque no habrá despidos inmediatos, sí que se efectuarán recortes de plantilla. El acuerdo prevé eliminar 35.000 puestos de trabajo a futuro, sin dar fecha determinada. Supondría un poco menos del 10 % de su plantilla de casi 300.000 empleados. Los sindicatos aseguran que "se realizarán de manera socialmente responsable". De ello se deducen prejubilaciones y renuncias voluntarias retribuidas, aunque de momento no se han dado detalles.
Y aunque tampoco se cerrarán plantas a corto plazo, se están estudiando opciones para las plantas de Dresde, que previsiblemente parará su producción a finales de 2025, y de Osnabrück. No se descarta una posible venta. Además, también se aplicarán reajustes de producción: la principal factoría de Volkswagen, en Wolfsburgo reducirá sus líneas de montaje, pasando de cuatro a dos.
Alcanzar una acuerdo con los representantes de los trabajadores era vital para Volkswagen. Los trabajadores ya habían protestado paros mediante en las llamadas 'huelgas de advertencia': en cada turno los empleados pararon dos horas. Estos paros se han sucedido varios días en las plantas de Wolfsburgo, Emden, Salzgitter o Brunswick, entre otras.
Todo como antesala una cuenta huelga, que habría costado cerca de 100 millones de euros y unos 20 millones de euros en ganancias operativas, por no dar salida a entre 2.000 y 3.000 coches al día.
Una estrategia nefasta con el coche eléctrico, y pese a facturar cerca de 320.000 millones de euros el año pasado, Volkswagen lleva meses señalando su baja rentabilidad. La marca se enfrenta a un déficit de demanda de unos 500.000 coches, lo que se ha incrementado con la feroz competencia china en Europa: un mercado del que es muy dependiente. En total, la firma ha invertido 73.000 millones de euros en el desarrollo y producción de modelos eléctricos: la mitad de su inversión total en los últimos años.