Las marcas de coches en Europa, salvo Stellantis, ven complicado cumplir con la nueva media de emisiones que se exigirá desde el año que viene y han pedido retrasarla hasta 2027 o bien flexibilizarla. Pero el grupo de presión Transport & Environment (T&E) cree que "todos los fabricantes de pueden adaptar sus ventas para cumplir los objetivos".
La receta para conseguirlo serán los coches eléctricos baratos, gracias a la llegada al mercado de siete modelos por menos de 25.000 euros. Esto, estiman, disparará la cuota de eléctricos, que pasarán a suponer un cuarto del mercado. Pese a su optimismo, T&E admite que hay marcas que lo tendrán complicado y también solicita apoyo de los gobiernos para conseguirlo.
¿Casi 3 millones de vehículos eléctricos en 2025?
T&E postula en su último análisis publicado, basado en sus propias estimaciones, que en 2025 los coches eléctricos deberían alcanzar entre un 20 y un 25 % de la cuota de mercado en Europa. La cifra es muy optimista: en 2022 y en 2023 se llevaron un 13 % y un 15 % respectivamente del pastel de ventas. Este 2024 están estancados y que se prevé que se queden en un 15 %. En el primer semestre de este año, se quedaron en un 12,5 %.
Pero el grupo de presión del transporte considera que en 2025 los eléctricos se van a recuperar precisamente porque los fabricantes deben cumplir con el nuevo límite de emisiones medias, que se fijará en 93,6 g/km de CO₂.
Este enorme crecimiento permitiría que el total de vehículos eléctricos puros vendidos el año que viene ascendiera hasta los 2,8 millones de unidades. En 2023 se fijó en unos 1,5 millones de vehículos en total: hablaríamos de casi el doble.
La clave: muchos más eléctricos baratos. "Se avecina una avalancha de modelos nuevos y más asequibles", ha señalado Lucien Mathieu, director de automóviles en T&E. Esto, prevén, permitirá que los eléctricos vendidos en el Europa contribuirán en un 60 % de media a la reducción de emisiones.
En total, se esperan siete lanzamientos de eléctricos por menos de 25.000 euros el año que viene. Entre ellos, el esperado Volkswagen ID.2, la opción del acceso del Renault 5 eléctrico, el BYD Seagull o el CUPRA Raval. También por ejemplo el Skoda Epiq. Estos se sumarán por ejemplo al Citroën ë-C3 p al Opel Frontera Electric, que se han lanzado este año.
En opinión de T&E estos eléctricos baratos tendrán una gran demanda, dado que una de las principales barreras para los cero emisiones es su elevado precio. Pero estiman que un 35 % de los compradores estarían dispuestos a comprar un eléctrico de 25.000 euros, basándose en una encuesta del Observatorio Europeo de Combustibles Alternativos (EAFO).
En todo caso, ese precio suele corresponder a las versiones base de estos coches. Sirve de ejemplo el propio Citroën ë-C3 cuya variante más completa llega a los 27.000 euros, incluyendo descuentos. O el Renault 5 que de momento sólo se comercializa en variantes que superan los 30.000 euros.
La ayuda de los gobiernos, esencial. T&E admite que esto será posible si los gobiernos europeos arriman el hombro para apoyar que se compren eléctricos. "Los gobiernos tienen que crear un entorno normativo estable para los vehículos eléctricos, con objetivos nacionales de recarga y ayudas específicas para los compradores".
Es decir, volviendo a lanzar o manteniendo las ayudas a la compra del coche eléctrico. Y es que por ejemplo Alemania ha eliminado este incentivo precisamente este año, provocando un desplomo de sus ventas. También lo hizo Francia. En España el MOVES III estará activo, en principio, hasta finales de año. Aunque esas ayudas deben ser eficaces o servirán de poco: sirve de ejemplo el MOVES cuyos incentivos no son directos.
Igualmente proponen programas de alquiler social, como el lanzado por Francia. Éste permitía optar a un eléctrico por 100 euros al mes, siendo un alquiler con opción a compra. Es cierto que fue un éxito, tanto, que se puso en suspenso ante el aluvión de solicitudes. Y por último aluden a mejorar la infraestructura de carga, otra de las principales, y endémicas barreras del coche eléctrico. Sobre todo en rutas largas.
¿Vender un coche eléctrico por cada cuatro gasolina? Las marcas en Europa, en general, no ven posible llegar a la nueva cuota de emisiones medias. Por ello la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) haya solicitado a la UE que retrase la aplicación de la nueva media de emisiones de 2025 a 2027. Aunque de momento la propuesta es un mero borrador.
El motivo precisamente es el estancamiento de las ventas de eléctricos en el Viejo Continente, a o que se añade la dura competencia de los eléctricos llegados desde China con precios anormalmente competitivos. Aunque los nuevos aranceles impuestos a estos modelos deberían ayudar a frenarlos.
La propia T&E admite que no todas las marcas lo tendrán fácil para cumplir estos objetivos: si bien Volvo lo hará de sobra (aunque la propia Volvo ya ha rebajado sus objetivos con los eléctricos), por ejemplo Volkswagen o Ford están más lejos con su gama actual, con una brecha cercana al los 30 g/km de CO₂. La solución que proponen es que se alíen con otras marcas o grupos para conseguirlo.
En realidad el sector del automóvil está dividido: por ejemplo Stellantis no quiere retrasar el nuevo límite de emisiones, tachando de sureralista la propuesta de la patronal de fabricantes, a la cual ya no pertenece. "Todo el mundo conoce la normativa desde hace mucho tiempo y ha tenido tiempo para prepararse, así que ahora es el momento de competir", argumentó Carlos Tavares, CEO del grupo.
Cierto es que Stellantis ha hecho los deberes, pues ya cuenta con dos eléctricos de precio más asequible en el mercado: los ya mencionados Citroën ë-C3 o al Opel Frontera. Aunque no todo es bonanza en Stellantis con los cero emisiones: Fiat ha tenido que detener la producción del Fiat 500e eléctrico por sus pobres ventas.
Pero por ejemplo la situación de Volkswagen es complicada: el coche eléctrico no le está siendo precisamente rentable. De hecho, hasta se está planteando cerrar fábricas en Alemania, pues operan por debajo de su capacidad producida ante una demanda insuficiente de sus coches eléctricos. Y están preparando un aluvión de despidos para recortar gastos.
Es más, no pocas firmas se están replanteando su estrategia con los eléctricos y volviendo a apostar por los híbridos para conseguir llegar a los nuevos límites. T&E admite que los híbridos serán esenciales para conseguir los objetivos, aunque en su opinión contribuirán mucho menos para ello: un 20 %.