Ha tardado en llegar el momento, pero finalmente ha ocurrido. La factoría que Faraday Future había estado intentando mantener a flote en el norte de Las Vegas (Nevada) se ha hundido. En realidad no han sido tan claros en su comunicado, pero la empresa de capital chino ha reconocido que el proyecto de su megafactoría "está en suspenso".
Tras los incontables problemas financieros que ha atravesado (y está atravesando) Faraday Future y la detención de las obras en los terrenos donde se debería alzar su fábrica por impago al constructor, "hemos decidido detener el proyecto, pero seguimos comprometidos a fabricar vehículos a largo plazo en las futuras instalaciones de Nevada". No sé a ti, pero a mí esto me suena a un "voy a por tabaco" en toda regla.
Buenas ideas con malos gestores
Y es que el culebrón en las finanzas de LeEco no cesa. Hace sólo una semana, un tribunal de Shanghai sentenció que activos por valor 182 millones de dólares de Jia Yueting (CEO) deberían ser congelados a consecuencia de los impagos que acumula. Como de costumbre, el magnate chino salió raudo a afirmar que esta sentencia no afectaría a Faraday Future, pero sólo ha sido una cuestión de días ver que sí.
En el mano a mano de la Pikes Peak International Hill Climb, el Faraday Future FF91 fue capaz de ganar al Tesla Model S, pero aunque la marca sigue afirmando que las entregas del SUV eléctrico de lujo chino comenzarán a principios de 2019 cuesta mucho imaginar un escenario donde los coches lleguen a sus hipotéticos clientes si la marca no tiene instalaciones para su fabricación.
Con unas descomunales cifras de 1.050 CV y 1.800 Nm de par motor, una batería de 130 kWh y una pléyade de tecnología nunca antes vista con LIDAR 3D, 10 cámaras, 12 sensores de ultrasonidos y 13 radares, el FF91 podría ser uno de los coches que sienten las bases del futuro. Si es que llega al mercado, que lo tiene realmente difícil.
Hay marcas, generalmente pequeñas, que recurren a terceras empresas para acometer la fabricación de sus vehículos. Esa podría ser la única salida de Faraday Future para convertir en realidad al FF91, pero viendo los precedentes de esta historia, saltando alarmas incluso en el propio Estado de Nevada, es difícil imaginar cómo una empresa en su sano juicio decidiría colaborar Yueting.
Lo hemos dicho en otras ocasiones: el proyecto es bueno y los desarrolladores, ingenieros y técnicos tienen talento; lo malo es que van en el barco de un capitán loco, hasta el punto de que muchos empleados ya han puesto rumbo a Tesla.