La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático -COP26- celebrada en Glasgow (Reino Unido) ha vuelto a poner sobre la mesa, entre otros, el debate sobre la energía nuclear. Una de las voces a favor de esta energía es la del primer ministro británico, Boris Johnson, que para impulsar sus planes más inmediatos busca aumentar su capacidad nuclear.
En este sentido, el Gobierno británico acaba de conceder una subvención millonaria a Rolls Royce (que no ha de confundirse con Rolls-Royce Motor Cars, propiedad de BMW), que tiene en marcha un programa de estudio y desarrollo de pequeños reactores modulares o SMR -Small Modular Reactors-, con el objetivo de lograr energía limpia y de bajo coste.
Un proyecto pionero
En el proyecto para el desarrollo de los denominados “Rolls-Royce SMR” el fabricante de motores de aviones británico trabaja principalmente junto a dos socios: BNF Resources UK Limited y Exelon Generation Limited (especialista estadounidense en energía nuclear).
Las tres compañías ya han recibido una inyección de capital de 195 millones de libras (226 millones de euros) por parte de inversores privados, a los que se suman ahora los 210 millones de libras (243 millones de euros) que asignará al proyecto el Gobierno británico.
Esta subvención pública al proyecto llega a través de los fondos de investigación y desarrollo, en el marco del “Plan de diez puntos para una revolución industrial verde” de Johnson, que busca por todos los medios reducir la dependencia del país del gas y otros combustibles fósiles.
En total, el proyecto de los SMR cuenta por el momento con cerca de 470 millones de euros. Sin embargo, tanto Rolls-Royce como sus socios seguirán buscando más líneas de inversión para este proyecto pionero, y esperan que los primeros frutos pueden empezar a recogerse la próxima década.
Según Tom Samson, CEO de Rolls-Royce, la tecnología que implementan sus SMR “es una solución que puede suministrar energía limpia a un coste competitivo y escalable para múltiples aplicaciones: desde la producción de electricidad para la red y la industria hasta la fabricación de hidrógeno y combustibles sintéticos”.
Los tres socios esperan que el proyecto de sus SMR suponga la creación de unos 40.000 puestos de trabajo de cara a 2050. El enfoque “transformador” para el suministro de energía nuclear del proyecto es único y se basa en componentes predecibles construidos en fábrica.
Además, crear una planta de desarrollo para SMR es mucho menos costoso respecto a los costes iniciales que conlleva una central nuclear. Según Rolls-Royce, una sola central eléctrica con tecnología SMR ocupará el espacio de dos campos de fútbol y “será capaz de abastecer aproximadamente a un millón de hogares”.
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