En la recta final de enero, el precio de la gasolina y el diésel sigue subiendo. La brecha entre ambos combustibles se estrecha cada vez más, puesto que la gasolina ha vuelto a subir más que el diésel. La diferencia entre ambos es de unos 5 céntimos el litro de media, cuando en septiembre de 2022 el diésel llegó a ser casi 15 céntimos el litro más caro que la gasolina.
Son varios los factores que influyen en el precio de la gasolina y explican esta subida. El precio del barril brent, que si bien no es el único indicador que condiciona el precio del carburante, es clave, y hoy supera los 87,50 dólares cuando el pasado 4 de enero, costaba 77,6 dólares.
Además, el pasado noviembre la alianza petrolera OPEP+ (liderada por Arabia Saudí y Rusia) acordó un recorte de 2 millones de barriles diarios en la producción de la organización. Y si bien la organización no logró el efecto esperado inicialmente, ahora que China ha levantado sus restricciones por COVID-19 y que limitaban la actividad económica del país (y por tanto su demanda de crudo) la situación es distinta.
El gigante asiático ha vuelto a reactivarse, y aunque lo está haciendo de forma incierta, la Agencia Internacional de la Energía (IEA), estima que su reactivación llevará la demanda de oro negro hasta un histórico 101,7 millones de barriles diarios, la cifra más alta de toda la historia.
Otros factores que influyen en el precio de los carburantes son ajenos a la precio del petróleo. Así, el precio alto del diésel en Europa se debe a la importante reducción de nuestras importaciones de diésel ruso, nuestro principal proveedor antes de la guerra en Ucrania, y de nuestra muy escasa capacidad de refino del diésel. La combinación de esos dos hechos redujo la oferta de gasóleo y llevó los precios al alza.
Las exportaciones de diésel chino que alcanzaron los niveles más altos desde mayo de 2021 no consiguieron apaciguar la demanda y llevar los precios a la baja. Frente al próximo embargo total de la Unión Europea a los productos petroleros refinados procedentes de Rusia la situación ha empeorado, lo que se traduce en carburantes más caros.
Este nuevo embargo supondrá la prohibición total y absoluta de importar cualquier producto petrolífero ruso a partir del próximo 5 de febrero. Esta medida se une al tope al precio del petróleo ruso, entrado en vigor en diciembre, según el cual el crudo ruso transportado por mar tiene un precio límite de 60 dólares por barril. Se trata de un acuerdo firmado por los 27 países de la Unión Europea, el G7 y Australia, países que controlan el transporte por mar del petróleo vía sus compañías de seguro.
A pesar del aumento de los flujos procedentes de Oriente Medio, el mercado del gasóleo ya estaba tenso antes del embargo, con los niveles de existencias en su punto más bajo y los márgenes de refino de gasóleo ya en su nivel más alto de los últimos cinco años.
Con una caída de la oferta mundial, el precio del gasóleo podría dispararse, según los expertos de Bank of America. Aunque también avisan que la subida podría ser sólo temporal, según el banco estadounidense. Y es que la desaceleración económica frenará la demanda mundial.
HOY | AYER | MÁXIMO | |
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GASOLINA 95 | 1,652 | 1,651 | 2,152 |
GASOLINA 98 | 1,824 | 1,823 | 2,311 |
GASÓLEO A | 1,697 | 1,696 | 2,106 |
GASÓLEO A+ | 1,797 | 1,796 | 2,199 |
GLP | 1,005 | 1,006 | 1,058 |
GNC | 1,617 | 1,620 | 3,339 |
En conjunto, todos estos factores acaban afectando al precio final que pagamos en las estaciones de servicio. Así, hoy la gasolina sin plomo 95 sube hoy a una media de 1,652 euros el litro, mientras que el diésel tiene un precio medio de 1,697 euros el litro. Por su parte, la gasolina sin plomo de 98 supera el 1,82 euros el litro, mientras que el gasóleo A+ cuesta 1,797 euros el litro. El GLP sigue siendo la excepción y se mantiene estable con un precio medio de 1,005 euros el litro, así como el GNC que baja a los 1,617 euros el litro de media.
Hemos de recordar que los precios medios que se muestran en la tabla corresponden a la Península y Baleares y no tienen aplicados los nuevos descuentos que ofrecen a sus clientes algunas gasolineras como Repsol, GALP, Cepsa, Shell o Disa para los primeros meses del año, ahora que ya no está vigente el descuento de los 20 céntimos del Gobierno.
Ver el gráfico //datawrapper.dwcdn.net/Ued8jLas ayudas del Gobierno que sí se mantienen de cara a 2023 son el descuento del 30 % en los abonos del transporte público (en aquellas comunidades que ya lo bonifican), así como los abonos gratuitos en trenes de media distancia y Cercanías o autobuses de larga distancia. En definitiva, medidas que alivian el bolsillo de los usuarios mientras impulsan el uso de los medios de transporte público frente al privado (coche, moto etc.).
Para aquellos que no tienen otro remedio que coger el coche, recomendamos como siempre buscar la gasolinera más barata que tengamos cerca o en nuestra ruta. La diferencia entre llenar el depósito en la estación de servicio más económica de la península o en la más cara es considerable: según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica, puede llegar a ser de 68 céntimos el litro menos en el caso de la gasolina y de 90 céntimos el litro en el caso del diésel.