¿Hacia dónde nos lleva la evolución del automóvil? ¿caminamos a una guerra por lograr la máxima potencia o llegará un momento en que verdaderamente se apueste por la reducción de peso? Si no recuerdo mal la primera rueda de prensa que escuché hablar de un esfuerzo por reducir el peso de los automóviles fue en la presentación internacional del Mazda2 en Siena, Italia, hace unos ocho años.
Y es cierto que los japoneses en general han medio-cuidado este aspecto en la medida de lo posible (son famosas las puertas de hojalata en muchos modelos japos, puertas muy ligeras y con poco aislamiento). Pero en general ha sido hace poco cuando los fabricantes han empezado a preocuparse por hacer adelgazar a sus nuevos modelos (con excepciones como los pesados Opel).
Llámame viejo, obsoleto o cerrado de mente, pero hay una frase que me martillea el cerebro con frecuencia y suelo convertir en palabras cuando me encuentro en el ambiente y compañía adecuados, te la voy a decir ahora que nadie nos lee: "Los buenos coches se dejaron de fabricar en los noventa". Ya sé que es una locura, pero echa un vistazo a las cifras y verás que no es tan descabellado.
Por ejemplo, en los noventa un utilitario de gasolina y 90 caballos era una versión deportiva, con prestaciones más que interesantes y mejor ni hablamos de las sensaciones. Ahora un coche de estas características es muy majete, cómodo para ciudad y poco recomendable para realizar viajes largos. ¿Qué ha cambiado? Mucho, hay infinidad de cambios, pero el más importante es el peso.
Equipamiento, uno de los culpables
¿Dónde están esos coches de menos de mil kilos? Sí, ya sé que ahora los coches son mucho más seguros, con refuerzos en las puertas, zonas deformables, airbags, cinturones con pretensores y un montón de cosas más, pero también con mucho equipamiento para mejorar el confort. ¿Nos hemos vuelto unos sibaritas? Pues sí, no nos engañemos.
A ver quién es el guapo que compra un coche sin elevalunas eléctricos o aire acondicionado... y si tiene climatizador dual todavía mejor. Todo esto conlleva un incremento en peso (el crecimiento en tamaño lo dejamos para otro día que me sienta inspirado) y hemos llegado a un punto en el que nos encontramos joyas como un Audi RS3 que pesa 1.600 kilos.¡¡¡Un compacto de 1,6 toneladas!!!
Que sí, que corre como un tiro y va por raíles, pero hay que acelerar, frenar y cambiar de dirección 1,6 toneladas de peso. Y esto en el RS3 se lleva bastante bien, pero resulta mucho más doloroso en modelos más humanos como un simple Opel Astra, que pesa 1.400 kilos y lleva un brillante motos diésel de 115 CV y que el pobre lo da todo pero no brilla con semejante lastre y unas llantas que, mínimo suelen ser de 17 pulgadas con gomas de 215 en adelante.
Bien, pues parece ser que la tendencia de momento no es clara (porque la escalada en potencia sigue estando patente) pero sí que los fabricantes empiezan a apostar por adelgazar sus modelos. Porsche lo ha hecho con su 911 GT3 R y ahora tú me vas a echar en cara que se trata de un coche de carreras. Tienes razón, pero podía haber aumentado su potencia y ha tirado por el camino de la dieta. De hecho es su actual línea de desarrollo y Porsche prefiere un kilo menos a un caballo más.
Los coches nuevos pesan menos...
Es más que común escuchar en ruedas de prensa el continuo sermón de los asistentes a la conducción que equipa el nuevo modelo de X marca (pon en la X la que quieras, lo hacen todas), seguido de una frase que me desmorona: "El nuevo X es 70 kilos (por decir) más ligero que el modelo al que sustituye". Y luego vas a la ficha técnica y resulta que el nuevo pesa más.
Se suelen olvidar (intencionadamente aunque no todos la olvidan) una coletilla: "a igualdad de equipamiento". Y entonces te lo tienes que creer porque te va a resultar prácticamente imposible comprobarlo. Pero a mí no me vale. Estoy de acuerdo en que los fabricantes reduzcan el peso de sus coches, pero que sea real, no que luego los lastren con más equipamiento.
Menos peso = mejor comportamiento dinámico. Estamos de acuerdo ¿no? ¿O ahora esto se va a llenar de comentarios del tipo "este coche pesa muy poco para la potencia que tiene". Se me abren las carnes cada vez que lo escucho y no creas que es poco frecuente, porque además la gente asocia peso con tamaño y a veces esta relación no es tan clara.
¿Los coches de carreras son ligeros? Sí. ¿Tienen un peso mínimo? Sí. ¿Cuesta más frenar una bola de bolos que una pelota de playa? Sí. Pueeeeees yo lo veo claro, a menor peso, mejor comportamiento dinámico, menores esfuerzos para los elementos mecánicos, menos potencia necesaria, menor consumo y mejores prestaciones.
Adelgazamiento equilibrado
Entiendo que hay que buscar un equilibrio entre el coste de la reducción de peso, la seguridad y la comodidad. Pero la tendencia actual de los fabricantes es vender una reducción de peso que, o no existe en los modelos reales, o es mínima. Está claro que no podemos vaciar el coche como se hace para competir, pero hay puntos que deberían valorarse para mejorar la relación peso/potencia.
¿De verdad son necesarias llantas tan grandes y neumáticos con medidas tan generosas? Hablando de coches normales y, dejando de lado los superdeportivos, encontramos con coches que van sobre-calzados y lastrados, por peso y resistencia a la rodadura. En muchos casos podrían usarse llantas de menor diámetro con neumáticos más delgados manteniendo cotas de seguridad elevadísimas.
¿Un utilitario de verdad tiene que ser tan cómodo, silencioso y estar tan equipado? El mercado lo demanda y por eso los fabricantes lo ofrecen, pero por otra parte encontramos casos como el de Dacia que, jugando con motores poco potentes consiguen cumplir en prestaciones por su escaso peso. Sí, el negocio en este caso está en el precio, pero por prestaciones hacen frente al resto.
Yo soy partidario de frenar la escalada en potencia para los coches normales y centrar los esfuerzos en reducir el peso de verdad. Que un utilitario pese menos de mil kilos y un compacto no pase mucho de los 1.100, así se conseguiría una reducción en consumos y emisiones junto a una mejora en prestaciones. No sé, a lo mejor no soy capaz de abrir mis miras y entender que es más caro reducir peso que aumentar potencia. ¿O es que vende menos un coche ligero que un coche potente?