Desde que Tesla anunciara sus planes de instalar la Gigafactory 2 en Europa para fabricar baterías, las ofertas no se han hecho esperar. La necesidad de abastecer la demanda del Model 3 y poder alcanzar el objetivo de producir 500.000 coches al año, ha evidenciado la necesidad de expandirse a otros continentes.
Alemania, España, Reino Unido y Francia han levantado la mano para convertirse en el primer país europeo en acoger la gigafactoría (la segunda tras la de Nevada). ¿Está el Viejo Continente preparado para el reto de Elon Musk?
Si echamos un vistazo al mapa de estaciones de carga que tiene Tesla por Europa, encontramos que el grueso se concentra en Francia, norte y centro de Italia, Austria, Suiza y Alemania. Esto indica que se trata de países en los que hay mayor necesidad de cargar el vehículo y que por lo tanto cuentan con un mercado. Vemos que España por el momento aparece un poco desierta.
Aunque en Holanda ya ensamblan unidades del Model S y el SUV Modelo X que se comercializa en Europa, el hecho de que la próxima gigafactoría de Tesla se pueda emplazar en una ciudad europea es una muy buena noticia. Cabe decir que el clima político que atraviesa Europa no es el mejor, pero las ciudades candidatas empiezan a jugar sus cartas, algunas con más tino que otras.
¿Sinónimo de empleo?
La empresa de Palo Alto quiere reinventar su estrategia de fabricación y sumergirse en la era robótica de lleno con la máxima "la máquina que construye a la máquina", por lo que el factor de empleabilidad puede que no sea uno de los alicientes para el país que reciba a la empresa en su terreno. Puede que de forma inmediata sí se creen puestos de trabajo, pero no es seguro que se perpetúen en el tiempo.
Visualiza un futuro en el que en sus fábricas solo trabajarán máquinas, o al menos un número muy reducido de personas que no "entorpezcan" el ritmo de producción de los robots.
Sin embargo El Mundo sí habla de "10.000 puestos de trabajo directos" si la gigafactoría acabara en suelo español. Atracción de la inversión seguro, pero ¿es realmente la fórmula para salir de la grave situación económica en la que aún está sumida la economía española?
España
La Península Ibérica cuenta con una extensión de 504.645 km² y tiene una población de 46,7 millones de habitantes. El PIB español coloca a su economía en la decimotercera posición mundial. La producción de vehículos de motor prácticamente ha recuperado los niveles del año 2008, mientras que el sector de manufacturas arrastra un descenso del 20% en la actualidad.
Sabemos que gracias a un profundo ajuste competitivo, la industria del automóvil española pudo reestructurarse de arriba a abajo en pocos años, lo que puede ser un aliciente para atraer la producción de Tesla.
Juegan en contra las recientes medidas de penalización a las energías limpias, como el impuesto al sol aprobado en 2015 y que en la actualidad se tambalea (las grandes eléctricas se ríen). La tasa de paro estructural del 18% y un importante bloqueo político también juegan como inconvenientes. ¿A favor? Un clima cálido similar al de Nevada, que propicie el aprovechamiento de la energía solar.
No podemos terminar con España sin mencionar la campaña con aires de Eurovisión y música apocalíptica de fondo que se lanzó en 2016. "Spain Loves Tesla" se perfiló como una iniciativa (ojo, nacida en el seno de Forocoches) para promocionar la candidatura de la Península Ibérica en los planes de Musk, e incluía hasta recogida de firmas.
El problema fue que varias comunidades como Valencia, Málaga, Galicia o Navarra comenzaron también a reclamar la atención de Elon Musk, y en vez de unirse, parece que ha barrido cada uno para su casa (Jerez también aspira a tener en suelo andaluz la gigafactoría). Mala jugada para enfrentarse a rivales tan grandes como Francia o Alemania.
Alemania
En plena batalla diplomática con el presidente de Estados Unidos, Alemania se perfila como un firme candidato para acoger la producción del Tesla S. Con 357.168 km² y 82,2 millones de habitantes, es el segundo destino de migraciones más popular del mundo.
El motor económico de Europa se posiciona como cuarta mayor economía mundial en cuanto a PIB nominal, y la primera de Europa. Cabe recordar que Alemania, junto a Holanda, se posicionaron en contra de que Tesla usara el Autopilot como reclamo, para prevenir malentendidos y falsas expectativas.
Sin embargo, la adquisición de Grohmann Engineering, una empresa alemana con sede en Prum para que se encargue de sus nuevos productos, podría otorgar un trato de favor. ¿Otro punto a favor? Técnicos e ingenieros alemanes. Nada más que añadir.
Reino Unido
El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte está formado geográficamente por la isla de Gran Bretaña, el noreste de la isla de Irlanda y pequeñas islas adyacentes. Irlanda del Norte es la única parte del país con una frontera terrestre, la que la separa de la República de Irlanda. Tiene una superficie de 243.610 km² y una población de 64.511.000 habitantes aproximadamente.
Quinta economía mundial y potencia nuclear, la mayor parte de la industria automovilística es extranjera. Rolls-Royce tiene una importante parte del mercado mundial de motores aeroespaciales y Londres es el centro financiero más grande del mundo. Una dura decisión para Musk.
¿En contra? Reino Unido se encuentra en medio de un impass entre su salida o permanencia en la Unión Europea. Puede que en estos momentos no se encuentra en la mejor situación socio política para albergar un proyecto de tal magnitud. El Brexit de hecho prevé que provoque una escalada de precios de Tesla, tras la devaluación de la libra.
Sin embargo, los incentivos por la compra de vehículos eléctricos, hacen de Reino Unido el mayor mercado europeo de Tesla, desbancando a Noruega con un total de 1.263 vehículos vendidos en 2016. Punto a favor.
Francia
Sexta economía mundial y primer destino turístico, Francia tiene una superficie de 643.801 km² y un total de 66.952.000 habitantes. Ha confiado tanto en el desarrollo de la energía nuclear, que ahora representa aproximadamente el 78% de la producción de electricidad del país.
Los franceses han dado un paso adelante y han ofrecido una posible localización, una planta de energía nuclear en horas bajas que echó el cierre en 2016. Se trata de la central nuclear de Fessenheim, en la región de Alsacia.
Si Tesla decidiera emplazar aquí su nueva fábrica de baterías, tendría la ventaja de encontrarse a medio camino entre Alemania y Francia. Incluso lanzaron un video para promocionar su candidatura bajo es eslogan "Continuemos la magia en Alsacia".
Si pensáramos en términos de estrategia política, puede que Musk se decantara por el país liderado por Angela Merkel. ¿Por qué? Al parecer, uno de los principales propagandistas del partido de Trump lanzó una campaña llamada Stop Elon From Failing Again, con una cuidada página web, en la que se detallan todos los por qués de detener los planes de Musk. El CEO de Tesla y la canciller alemana tendrían algo en común: la enemistad de Trump.
Sin embargo, tras el ascenso al poder del ultraconservador las tornas han cambiado, por lo que una posible alianza con la industria alemana para resarcirse de las locas políticas de Trump quedaría descartada. Sabemos que Elon Musk ha visitado recientemente la torre del magnate por intereses comunes inversionistas: ambos quieren que se fabrique en Estados Unidos.
Pero todo esto son teorías claro; debemos aguardar a la decisión final de Tesla para entender qué motivos han movido a Musk a abrir su segunda gigafactoría en territorio europeo.
Foto Elon Musk | OnInnovation
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