Las medidas de contención de la pandemia en 187 países y territorios se han centrado en detener la movilidad, provocando una caída de la demanda casi sin precedentes. En este contexto se está poniendo sobre la mesa el papel del volátil mercado del crudo, que no consigue remontar a pesar de un acuerdo histórico de recortes en la producción.
El último informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés) alerta de que la capacidad de almacenaje del petróleo podría saturarse a mediados de año, y prevé una caída de la demanda en abril hasta niveles que no se veían desde 1995.
La capacidad logística, al límite
Ya desde principios de abril los productores de petróleo gastan fortunas en almacenar stock, recurriendo a la flota mundial de superpetroleros como instalaciones temporales de almacenamiento flotante y llenándolos con millones de barriles a los que aún no pueden dar salida.
We just released @IEA’s latest monthly Oil Market Report. The numbers are staggering.
— Fatih Birol (@IEABirol) April 15, 2020
Global oil demand is set to plunge by 29 mb/d in April. Even if lockdowns ease in 2nd half, we expect demand to drop by 9 mb/d in 2020, erasing years of growth.
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La IEA estima que la capacidad disponible para almacenar petróleo podría saturarse a mediados de este año, pero ha anunciado que China, India, Corea y Estados Unidos han ofrecido su capacidad de almacenamiento estratégico a la industria para guardar barriles temporalmente.
Esto creará un margen adicional para la acumulación inminente de existencias, ayudando al mercado a superar el obstáculo, según la agencia.
Pero además, el informe revela que existen cuellos de botella en otras partes de la cadena logística, como la competencia para comprar espacio en los sistemas de tuberías que transportan petróleo. También hay problemas de calidad: no es posible juntar diferentes calidades de petróleo, y se requieren tanques especiales para algunos productos.
"El almacenamiento flotante se está volviendo más caro a medida que los comerciantes compiten por los barcos. Los costos de flete se han más que duplicado desde febrero. Nunca antes la industria petrolera estuvo tan cerca de llevar su capacidad logística hasta el límite", ha dicho la IEA.
Para hacernos una idea de las tarifas de flete, hoy en día se puede llegar a pagar hasta 400.000 dólares al día por almacenar petróleo en un barco petrolero, cuando antes el precio rondaba los 18.000 dólares.
Sin embargo, creen que el acuerdo de la OPEP+ fue un "comienzo sólido" que podría reducir la acumulación de inventarios.
Abril podría ser el peor mes de la historia
La economía global está bajo una presión que no se veía desde la Gran Depresión en la década de 1930, dice la agencia.
El acuerdo alcanzado en la OPEP+ no ha servido para calmar las aguas y el crudo West Texas (WTI) se ha desplomado hasta los 19 dólares y el Brent se deja un 3 %, llegando apenas a los 28 dólares.
"No existe un acuerdo factible que pueda reducir la oferta lo suficiente como para compensar esas pérdidas de demanda a corto plazo", ha dicho la AIE.
Los pronósticos para este mes de abril son muy negros. Se estima que la demanda mundial de petróleo en abril sea de 29 millones de barriles diarios, un nivel que no se veía desde 1995 y borrando casi una década de crecimiento.
"En unos años, cuando echemos la vista atrás, veremos que 2020 ha sido el peor ejercicio en la historia del mercado del petróleo. Más en concreto, este segundo trimestre será el peor trimestre de la historia. Y dentro de ese peor trimestre, abril será el peor mes en la historia", ha explicado el director de la AIE, Fatih Birol. "Es un abril negro", ha remarcado.
No obstante, aunque cree que las medidas anunciadas por la OPEP + y los países del G20 no reequilibrarán el mercado de inmediato, al reducir el pico del exceso de oferta y allanar la curva de acumulación de existencias, servirán para absorber lo peor de esta crisis.
La agencia insiste en que los precios bajos amenazan la estabilidad de una industria que seguirá siendo fundamental para el funcionamiento de la economía global, aunque resulten en un ligero alivio para el bolsillo del consumidor.
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