El Parlamento Europeo está debatiendo el recortar los aranceles para las importaciones de coches que vienen desde Corea del Sur. Si se aprobase el trámite, se relajarían un 10% los aranceles para estos coches, abaratándolos más o subiendo la rentabilidad para los fabricantes.
En Corea del Sur está Daewoo/Chevrolet, Samsung Motors/Renault, Hyundai, Kia y SsangYong (los más conocidos). Mientras que el 75% de la producción automovilística europea se queda en el continente, allí es al revés, el 75% de su producción es para el extranjero. Y producen tres millones de coches al año…
ACEA es la asociación de fabricantes europeos, y evidentemente se opone a esta medida porque reduciría la competitividad de sus empresas frente a una posible invasión de coches coreanos más baratos. En Hyundai y Kia… se están frotando las manos, ahora que pelean por el cuarto puesto mundial de constructores.
Por otro lado, es una situación ciertamente injusta, porque los surcoreanos importan muy pocos automóviles, según la ACEA no hay ningún país desarrollado que importe tan pocos coches extranjeros: 33.000 europeos el año pasado. Es decir, los aranceles sirven como una medida de balance.
Pasa algo parecido en Japón, donde la industria nacional domina absolutamente el mercado. Es un efecto autochovinista mucho más acusado que el caso francés, alemán o italiano. Fabricar coches en Corea del Sur es muy económico, son muy competitivos, y no es un país donde la gente se muera precisamente de hambre…
... eso es del Paralelo 48º hacia el norte. Los surcoreanos, a diferencia de los chinos, tienen productos muy consolidados que tosen a fabricantes estadonidenses como con el Hyundai Genesis o a los generalistas europeos con modelos como Kia cee’d o similares, que se venden muy bien.
El consumidor se vería beneficiado de una reducción de precios, al tener que ajustar los europeos más sus tarifas si quieren ser competitivos. De todas formas, a día de hoy, podemos encontrar coches de un segmento superior en coreanos al segmento que miraríamos en europeos… en relación coche/precio.
Corea del Sur es la cuarta economía más potente de Asia. Si se reducen los aranceles, su economía se verá beneficiada y la europea no tiene por qué. Si para ser competitivos los europeos han de bajar el listón… vamos mal, o comprometer sus inversiones en I+D en una época donde es vital gastar dinero para el futuro.
Hyundai, Kia y Chevrolet podrían ofrecer tarifas muy competitivas. El Renault Latitude, un Samsung remarcado y fabricado en Corea, tendría un precio más competitivo o más margen comercial. En cuanto a SsangYong, combinar sus brutales descuentos con menores precios les ayudaría a mejorar sus pobres ventas.
Existe otra posibilidad, propuesta por la ACEA, si Europa cobra menos aranceles, que los coreanos hagan lo propio, porque una de las barreras fundamentales de entrada de los coches europeos en Corea del Sur es el tema de los aranceles de importación. Y hay más problemas, como homologar los coches para su mercado.
Por cierto, Corea del Sur tiene un atractivo muy dormido, y es el de los coches de gas licuado de petróleo (GLP). Es el primer mercado mundial que consume este combustible alternativo, y solo fabricantes coreanos han puesto a la venta de momento coches híbridos que funcionen a gas, con un coste por kilómetro casi imbatible.
Sería todo un puntazo para la economía surcoreana que empezasen a venderse híbridos-GLP en Europa como alternativa a los coches eléctricos que tanto afán hay de construir aquí. Si se trata de gastar poco en combustible, no hay nada más económico excepto la electricidad, y es una tecnología menos costosa.