El titular de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, convocó ayer a última hora de la tarde a los responsables de Repsol, Cepsa y BP, para intentar presionar a sus responsables para que bajen los precios. La respuesta de las petroleras ha sido que no tienen margen para ello.
Dicen no tener margen porque en éste momento, su beneficio por litro en gasolinas y gasóleos es de 1 ó 2 céntimos. Además, las ventas del sector acumulan caídas de más del 5%. Achacan la situación al elevado precio del petróleo, la fortaleza del dólar frente al euro y, como no, a la subida del IVA al 21%.
Las petroleras han aprovechado también la ocasión para quejarse de cómo se efectúan las comparativas de los precios del carburante antes de impuestos, en relación con los demás países europeos. El cálculo está mal hecho y por ello nuestros precios siempre aparece más altos que la media.
Como resultado de la reunión, las partes han acordado celebrar sesiones de estudios técnicos para analizar la metodología actual de comparación y que así, pagando lo mismo, no parezca que son los malos de la película. Tal vez ahorren entre las tres compañías para regalar al ministro una calculadora.
En definitiva, las petroleras, que comparten la preocupación del ministro por el aumento de la inflación en agosto (2,7%, debida fundamentalmente al incremento del precio de sus productos), podrían hacer el esfuerzo de recortar esos 1 ó 2 céntimos de su margen comercial, y vender los combustibles con beneficio cero.
Disculpad la emotividad, pero estas gestas heroicas disparan mis lágrimas, que bajan derrapando de emoción por las mejillas… aunque ahora que lo pienso, no sé si es por ver tal capacidad de sacrificio, o por la enorme carga de hipocresía de la respuesta.
Vía | El Mundo
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