En Francia, el Gobierno de François Hollande ha decidido apretar las tuercas a los automovilistas dependiendo de los coches que elijan. Desde el día 1 se ha impuesto un sistema de bonus-malus que ofrece desde un descuento de 7.000 euros hasta un estacazo de 6.000, en funcioń de las emisiones de CO₂/km.
La idea del ejecutivo galo es que se fomente la venta de coches pequeños y de bajas emisiones, mientras que los coches de mayores emisiones sean muy penalizados. En algunos tramos, los impuestos casi se han triplicado. Por debajo de 105 a 135 g/km el precio no se altera, ni sube, ni baja.
Por debajo de 105 gramos empezarán a recibir un descuento, que a los coches convencionales solo beneficiará en 200 euros salvo que sean de ultrabajas emisiones (como 89 gramos/km). Los híbridos de menos de 110 gramos reciben 4.000 euros de ayuda, los eléctricos puros 7.000 euros.
¿Qué os parece esta medida? No es muy difícil plantarse en un CO₂ elevado con ciertos vehículos, como un monovolumen grande de gasolina, que vería muy poca distancia en precio a una versión Diesel. Y Francia tiene una dieselización del parque muy elevada.
El tiempo dirá si esta medida es razonable, o si los franceses van a tener que hacer como Gerard Depardieu y emigrar para comprarse un coche sin que le crujan a impuestos. De todas formas, en España es peor, un coche de 60.000 euros (PFF) y 201 gramos paga un 14,75% de impuesto de matriculación: 8.850 euros.
En Motorpasión Futuro | "Francia o la estrategia del palo y la zanahoria con las emisiones":https://www.motorpasionfuturo.com/medio-ambiente/francia-o-la-estrategia-del-palo-y-la-zanahoria-con-las-emisiones