Daimler quiere meter la cabeza en China y ya se ha puesto manos a la obra. Hace unos días anunció el nacimiento de la una empresa conjunta 50/50 junto al gigante chino Geely. ¿El objetivo? Compartir conocimientos en fabricación, ingeniería y diseño.
De hecho, Daimler ultima la venta del 50 % de smart a Geely: estos pequeños coches eléctricos urbanos serán la punta de lanza de la ofensiva en China.
La influencia de China en el sector automotriz alemán
El consorcio alemán desarrollará así su próxima generación de coches eléctricos inteligentes en una fábrica especialmente diseñada China a través de una empresa conjunta con Geely -propietaria de Lotus, Proton, Lynk & Co y Volvo entre otras-.
Según Daimler las ventas globales comenzarán en 2022.
"Diseñaremos y desarrollaremos conjuntamente la próxima generación de automóviles eléctricos inteligentes que combinan una producción de alta calidad y estándares de seguridad para la venta tanto en China como a nivel mundial", ha dicho el presidente del consejo de administración de Daimler, Dieter Zetsche.
Según datos del Financial Times, smart vende solo 130.000 automóviles al año, una fracción de los 2,25 millones de automóviles que comercializa Mercedes-Benz.
Daimler también ha anunciado que, por otra parte, Mercedes-Benz producirá un coche eléctrico compacto en la planta de Hambach (Alemania), manteniendo el empleo con una mayor inversión en la instalación.
Para el presidente de Geely, Li Shufu, smart "tiene un atractivo único y un fuerte valor comercial" y se dedicarán a expandir la marca a nivel mundial:
"Aprovecharemos nuestra experiencia y competencias globales en gestión de marca, I+D, fabricación, gestión de la cadena de suministro y otras áreas. Las sinergias de esta cooperación conducirán a beneficios mutuos, al mismo tiempo que desarrollaremos tecnologías para la conectividad inteligente", ha declarado.
En 2017 año Shufu se hizo con una participación de 9,69 % en Daimler, valorada casi en 9.000 millones de dólares. Una inversión que fomentó la incursión de Geely en el mercado automovilístico premium europeo y puso el foco en la necesidad de las alianzas.
De hecho Geely se convirtió en el mayor accionista de Daimler el año pasado.
Geely no es ajeno al negocio automovilístico europeo, ya que compró Volvo en 2010. También es propietaria del fabricante británico de automóviles deportivos Lotus y de la firma que fabrica los taxis negros mundialmente famosos de Londres.
Y en diciembre avanzó más en el territorio de Daimler, invirtiendo 4.000 millones de dólares en AB Volvo, el segundo fabricante de camiones del mundo después de los de Stuttgart.