Como el futuro de las petroleras se vislumbra lejos del volátil mercado del crudo, muchas (si no todas) se han puesto las pilas en materia de energías renovables y alternativas. El último anuncio en este escenario de cambio lo ha dado BP, que se ha aliado con el grupo danés de energías renovales Orsted para producir a escala industrial hidrógeno verde en una refinería alemana.
Se trata del primer proyecto de hidrógeno a partir de energías renovables a gran escala de la petrolera, y se llevará a cabo en Alemania.
Una tonelada de hidrógeno verde por hora
En el proyecto, las dos empresas pretenden construir un electrolizador de hidrógeno con una potencia inicial de 50 MW e infraestructura asociada a la refinería Lingen de BP, situada en el noroeste de Alemania.
Dicho electrolizador será impulsado por energía renovable generada por un parque eólico marino operado por Orsted en el Mar del Norte, y el hidrógeno producido se utilizará en la refinería.
Se espera que el proyecto del electrolizador de 50 MW produzca una tonelada por hora de hidrógeno verde; casi 9.000 toneladas al año.
Según los cálculos de la petrolera, sería suficiente para reemplazar alrededor del 20 % del consumo actual de hidrógeno gris de la refinería, evitando alrededor de 80.000 toneladas de emisiones equivalentes de CO₂ al año, lo que equivaldría a las emisiones de unos 45.000 coches en Alemania.
El hidrógeno se usa ampliamente en la industria pesada y en los procesos de refinería donde, como en Lingen, ahora se produce normalmente reformando el gas natural (es el llamado hidrógeno gris).
Para hacernos una idea, en Lingen se procesan alrededor de cinco millones de toneladas de petróleo crudo al año, produciendo combustibles, combustible para calefacción y materias primas químicas.
Se trata de un proceso que emite grandes cantidades de CO₂ a la atmósfera pero que constituye el grueso del proceso de producción de hidrógeno en el mundo. Solo el 5 % se obtiene a partir de energías renovables, como puede ser la electrólisis.
De forma simplificada, la electrólisis consiste en someter el agua a una corriente eléctrica a través de un polo positivo y uno negativo, que proceden de una batería. Esa corriente eléctrica hace que se rompan las moléculas de agua produciendo oxígeno que se libera, e hidrógeno.
El proceso se puede combinar además con otras energías renovables como con una planta fotovoltaica o eólica, es también muy modular y evita la dependencia energética. Es el llamado hidrógeno verde.
¿Cuál es el principal escollo de este proceso de producción? Que el hidrógeno renovable tiene que ser competitivo en costos con el hidrógeno de origen fósil, y actualmente no lo es.
De momento habrá que esperar para que el proyecto tome forma; en 2022 se tomará una decisión final en cuanto a la inversión, y para 2024 esperan que la planta esté operativa.
También Repsol se ha apuntado al hidrógeno verde y ha anunciado que construirá, junto a Petronor y el Ente Vasco de la Energía, una instalación en Bilbao de generación de combustibles sintéticos a partir de hidrógeno verde.
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