Alemania investiga a Mitsubishi en un posible fraude de emisiones de coches diésel, con Denso y Continental de testigos

En un último golpe a la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi tras la fuga del exdirectivo Carlos Ghosn, la Fiscalía alemana han emprendido una investigación a nivel nacional sobre presuntos fraudes en las emisiones de vehículos diésel de Mitsubishi.

"Existe la sospecha de que los motores están equipados con el llamado dispositivo de apagado", han dicho los fiscales de Frankfurt en declaraciones recogidas por Japan Times.

Denso y Continental, en la investigación como testigos

Un portavoz de Mitsubishi Motors en Japón confirmó el miércoles la redada en sus distribuidores alemanes, así como en sus instalaciones europeas de investigación y desarrollo, que también se encuentran en el país.

Los fiscales dijeron que la investigación se centra en los vehículos diésel Mitsubishi con motores de cuatro cilindros de 1.6 litros o 2.2 litros que obtuvieron las homologaciones Euro 5 y Euro 6 en función de su cumplimiento con los estándares de emisiones.

La firma nipona asegura que está colaborando con las autoridades en el curso de la investigación, que también afecta al proveedor Denso y a Continental, que actúan como testigos. Se están llevando a cabo inspecciones en toda Alemania, incluidos los estados de Hesse, Baviera y Baja Sajonia.

Las redadas se producen solo semanas después de que Mitsubishi anunciara que detendría el desarrollo de motores diésel para futuros modelos mientras elimina gradualmente las ofertas de esta tecnología en su gama actual. El Mitsubishi Outlander ha sido líder en matriculaciones entre los híbridos enchufables que se venden en España.

Este año se renovará por completo y junto a él, se lanzará otro SUV compacto también con tecnología híbrida enchufable, y un modelo 100 % eléctrico.

Mitsubishi Outlander PHEV 2019.

Mitusubishi, no obstante, asegura que el 45 % de su flota homologa una cifra de emisiones de CO₂ inferior a los 95 g/km que demanda la Comisión Europea, por lo que no están preocupados a la hora de cumplir objetivos, dice.

Mientras tanto, Ghosn ha vaticinado desde Líbano, donde se refugia de la justicia japonesa -o injusticia según dice él- que Nissan podría acabar en la bancarrota en dos o tres años. Se pone interesante la cosa.

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