El ministro de Transportes de Alemania, Andreas Scheuer, está intentando convencer a Tesla de que abra su red de Supercargadores a otros fabricantes de automóviles para así facilitar la carga de los vehículos eléctricos.
"Estoy en conversaciones directas con fabricantes de automóviles como Tesla para asegurarme de que la infraestructura existente, por ejemplo los Superchargers de Tesla, esté abierta a otros fabricantes", explicó en unas declaraciones al periódico alemán Neue Osnabrücker Zeitung y recogidas por Reuters.
La infraestructura de carga está siendo uno de los frenos para la adopción del coche eléctrico. A la escasez de los puntos de carga abiertos a todas las marcas, la variedad de redes de carga (Tesla, Ionity, electrolineras y otras redes privadas) y la disparidad de métodos de pago en cada red hacen que recargar un coche eléctrico en un desplazamiento largo pueda ser toda una odisea. Es algo que el ministro alemán quiere solucionar.
Andreas Scheuer ha declarado que hay que resolver algunos problemas técnicos, pero que espera llegar a un acuerdo. Ha añadido que el objetivo es que los consumidores puedan acceder a las estaciones de carga de todas las marcas con un único sistema de pago, idealmente a través de los smartphones. Eso sí, a priori, cada proveedor seguirá decidiendo sobre el precio del kWh.
En total, Alemania cuenta con unos 40.000 puntos de recarga públicos, según el grupo de la industria energética BDEW. Tesla dispone actualmente de más de 1.000 puntos de recarga en Alemania. Y no deja de ser llamativo porque al final lo que se intenta es replicar el modelo de Tesla.
La movilidad eléctrica sin puntos de carga no existe
Recordemos que la gran baza de Tesla a la hora de vender sus coches eléctricos no son ni las aceleraciones de deportivos ni la elevada autonomía de sus coches, sino su red de Supercargadores. El cliente de un Tesla tiene así la posibilidad de viajar sin realmente temor a no saber donde cargar ni si el punto de carga estará operativo. Tesla vende así movilidad real, no teórica.
Además, Tesla ya ha reconocido en más de una ocasión que estaba dispuesta a abrir sus Supercargadores a otras marcas. La última vez fue en 2020, asegurando Elon Musk que era todavía una operación en desarrollo con la que querían ser discretos hasta finalizarla. Hubo incluso un fallo en el que algunos automovilistas pudieron recargar en las puntos Tesla con coches de otras marcas, demostrando así su viabilidad.
La mayoría de fabricantes han desarrollado coches eléctricos, pero se han olvidado de proveer a sus clientes de movilidad, es decir, los puntos de carga. El consorcio Ionity, compuesto por varios fabricantes, lo está remediando, pero con un retraso evidente con respecto a Tesla. En la actualidad tiene casi 400 puntos de recarga en Europa.
Al final, el gobierno alemán quiere estandardizar el acceso y los sistemas de pago para que esos 40.000 puntos de recarga públicos sean realmente 40.000 puntos accesibles para todos y no solamente 20.000 puntos, por ejemplo, si se tiene la tarjeta de suscripción X o 15.000 puntos con la tarjeta Y.
Al final, lo que se intenta es que sea tan fácil recargar un coche eléctrico como repostar en un gasolinera. En cuanto a los tiempos de "repostaje", eso ya es una cuestión que depende de la industria y no de las administraciones.
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