Dejar el coche para contaminar menos: el Gobierno lleva tiempo incentivando el uso del transporte público a base de descuentos o incluso abonos gratuitos. También entre ciudades, lo que significa coger el tren o autobuses de media y larga distancia. El problema es que no todos resultan prácticos para trayectos diarios.
Es precisamente lo que ha querido demostrar un usuario yendo de Gijón a Ribadeo. No lo ha hecho en coche, sino de una bici, y ha tardado menos en completar este trayecto que el tren que une estas dos ciudades.
La bici, y a una velocidad media de 30 km/h, es mejor opción que coger el tren
Se trata del tren de ancho métrico, antes Feve, que comunica Ferrol (A Coruña) con Gijón (Asturias). Ribadeo, justo en la frontera entre Lugo y Asturias, no está ni a la mitad de sus nada menos que 25 paradas recorriendo la Costa Cantábrica.
Manuel Carrelo, residente precisamente en Ribadeo, decidió demostrar este pasado martes lo poco útil que resulta este medio de transporte. Y su experimento le sacó los colores al tren.
Le llevaron a Gijón en coche y desde allí volvió a su municipio en bicicleta, por la carretera convencional y completando casi 150 km. Lo hizo en cuatro horas y casi 39 minutos a una velocidad media de unos 32 km, como demuestra en con la foto que publica en su perfil de Twitter.
También adjunta los horarios de este tren entre Gijón y Ribadeo el mismo día que completó su periplo: el trayecto oscila entre cuatro horas y 33 minutos y seis horas y 33 minutos, con varios superando las cinco horas o acercándose.
"No me plantee ningún reto, pero al final comprobé los horarios y tiempos del tren y el mío con la bicicleta y vi que se hace el recorrido en menos tiempo con la bicicleta", ha comentado Carrelo a La Voz de Galicia. De 47 años, está en buena forma y hasta compite en bici. Pero no deja de ser llamativo que haya ganado al tren a base de pedaladas.
Un tren que pocos usan y del que muchos se quejan. "Si tienes suerte que pase" añade en su tuit Carrelo. Además de no ser precisamente rápido, este tren es blanco habitual de quejas por su deficiente servicio y por la dejada infraestructura del recorrido. Tanto es así que hasta se ha creado la Plataforma por la defensa del ferrocarril Ferrol-Ribadeo.
Esto se traduce en que pocos residentes optan por usarlo para moverse entre las dos localidades gallegas: como mucho lo utilizan estilo Cercanías para municipios colindantes o cercanos. Y otro tanto ocurre en su trayecto asturiano.
El poco uso es la excusa perfecta para que Renfe no mejore esta línea y la convierta en red de Cercanías, más rápida: "Es la pescadilla que se muerde la cola; no hay viajeros porque el tren no resulta útil y Renfe no refuerza las líneas porque no hay viajeros", han señalado habitualmente alcaldes de la zona.
Las quejas de los usuarios son habituales por el abandono de esta línea por parte del Renfe, Adif (responsable de la infraestructura) y el Gobierno. Se estropean trenes habitualmente, lo que reduce el servicio pues tardan en reponerse. También la red sufre averías por el deficiente mantenimiento.
Además los apeaderos están en mal estado y no están iluminados, o bien lo están sólo unas pocas horas al día. Tampoco se limpian como debieran y el servicio de horarios deja bastante que desear: en pleno 2024 no se ofrece en tiempo real desde una app. Todo esto no invita precisamente a usarlo.
Para incentivar el uso del transporte público no solo valen precios asequibles, que también, además es vital mejorar el servicio, reducir los tiempos de viaje o las conexiones, entre otros. En España, y según la zona, la asignatura está más que pendiente. Aunque la infraestructura no siempre lo es todo: por ejemplo España es el segundo país del mundo con la red más extensa de trenes de alta velocidad, con más de 4.000 km de vías. Sólo nos supera China. A pesar de ello, somos el séptimo país en lo que toca al uso de viajeros.
Imagen de Motorpasión generada con Copilot Microsoft Bing.