
Los vuelos supersónicos comerciales podrían volver muy pronto. La compañía estadounidense Boom Supersonic está desarrollando un avión supersónico de pasajeros que podría romper la barrera del sonido en silencio, de manera que no incumpliría las normativas de contaminación acústica en tierra.
De momento, Boom Supersonic está haciendo pruebas con un avión experimental, pero este modelo es la base para desarrollar el Overture, el futuro avión de pasajeros que está llamado a sustituir al legendario Concorde.
El truco es romper la barrera del sonido sin hacer ruido
Desde que el Concorde dejó de volar hace más de 20 años, no ha vuelto a operar ningún avión de pasajeros supersónico, pero eso podría cambiar muy pronto. Es lo que pretende Boom Supersonic, una compañía que presume de fabricar “el avión más rápido del mundo”.
Después de un vuelo inicial de demostración en marzo de 2024, esta empresa estadounidense acaba de anunciar que ha completado con éxito el primer vuelo supersónico con su avión experimental XB-1. Ha sido en el Mojave Air & Space Port de California, EEUU, y es el primer paso para poner en servicio un avión supersónico de pasajeros que recoja el testigo del mítico Concorde.
Según señala Boom Supersonic, el XB-1 es la base para desarrollar ese avión, que se llamará Overture y podrá transportar entre 64 y 80 pasajeros en más de 600 rutas globales a una velocidad de Mach 1.7, aproximadamente el doble de la velocidad que pueden alcanzar los aviones subsónicos actuales. Boom Supersonic asegura que tiene 130 pedidos de empresas tan importantes como American Airlines, United Airlines y Japan Airlines.
Uno de los requisitos que debe cumplir este avión de pasajeros supersónico es no hacer mucho ruido. Las aeronaves que pueden volar a velocidad supersónica tiene un problema con la contaminación acústica porque producen una explosión sónica, un sonido similar a una explosión que tiene lugar cuando estos aviones superan la velocidad del sonido, es decir, Mach 1 (1.234,8 km/h). Ese ruido es muy molesto para la población, para la fauna e incluso para las infraestructuras, puesto que puede romper las ventanas de un edificio, como ha sucedido en más de una ocasión.
En países como Estados Unidos, existen normativas que prohíben los vuelos supersónicos de pasajeros en tierra por la explosión sónica. Fue uno de los motivos por los que el Concorde prácticamente solo hacía vuelos transoceánicos y, hoy por hoy, es uno de los mayores impedimentos para volver a poner en marcha un proyecto de vuelos comerciales supersónicos, pero Boom Supersonic asegura que ha encontrado la forma de reducir drásticamente la contaminación acústica.
La firma americana dice que su XB-1 ha sido capaz de romper la barrera del sonido de forma completamente silenciosa en tres ocasiones durante su primer vuelo supersónico, como comprobaron a través de múltiples micrófonos colocados en tierra.
“Las matrices de micrófono especializadas colocadas en lugares estratégicos bajo la trayectoria de vuelo confirmaron que los booms sónicos no alcanzaron el suelo cuando el XB-1 voló a una velocidad máxima de Mach 1.12. Los datos recogidos durante las múltiples carreras supersónicas de XB-1 permitieron a Boom validar modelos de boom sónico y mejorar los algoritmos que predicen operar en Machoff”.
El CEO de la compañía, Blake Scholl, ha explicado a través de la red social X cómo lo han hecho: “¿Cómo funciona? En realidad, se trata de un concepto de física muy conocido que se denomina límite de Mach. Cuando un avión rompe la barrera del sonido a una altitud suficientemente elevada, las ondas de sonido se refractan en la atmósfera y se curvan hacia arriba, haciendo un giro en U antes de que alguien pueda oírlo”.
Boom! We cracked it! Today we are introducing Boomless Cruise—supersonic flights up to 50% faster with no audible sonic boom.
— Blake Scholl 🛫 (@bscholl) February 10, 2025
We quietly (har har) demo'd this on XB-1's first supersonic flight—three times actually. 🧵👇 pic.twitter.com/oe0VHJqNit
“La física de corte de Mach es una capacidad teórica en algunos aviones supersónicos militares; ahora el XB-1 lo ha hecho con tecnología preparada para aviones de pasajeros”, añade Scholl.
Recoge el testigo del Concorde más de 20 años después
Durante los 27 años que estuvo en servicio, entre 1976 y 2003, el Concorde fue el avión de pasajeros más rápido del mundo. Gracias a su capacidad para volar a velocidad supersónica, este icono de la aviación desarrollado por British Aircraft Corporation y Aérospatiale podía completar vuelos en la mitad de tiempo que un avión comercial convencional.
Por dentro, el Concorde era tan estrecho que sus pasajeros no podían viajar demasiado cómodos y los vuelos eran carísimos, pero era el precio a pagar por viajar de la forma más rápida que ha existido en la historia, siempre que hablemos de viajes comerciales. Apenas necesitaba 3 horas y 30 minutos para volar entre París y Nueva York.
Sin embargo, en el año 2003, el Concorde, que solo estuvo operado por Air France (siete unidades de las 20 que se construyeron) y por British Airways (otras siete unidades ), dejó de prestar servicio.
Oficialmente, hubo tres razones para retirarlo: unos costes de mantenimiento tan altos que echaban por tierra su rentabilidad, un descenso en el número de viajes en avión motivado por los atentados del 11 de septiembre de 2001 y el rechazo al Concorde que generó el accidente de uno de estos aviones en julio del año 2000 (por culpa de una pieza de otro avión) en el que fallecieron 113 personas: 100 pasajeros, nueve tripulantes y cuatro personas en tierra.
Hasta ese momento, el Concorde estaba considerado el avión de pasajeros más seguro del mundo porque nunca había tenido un accidente con fallecidos. En cambio, sí tuvo muchos problemas con el ruido que generaba en tierra.
Aunque volaba en la estratosfera, a una altitud de crucero de unos 18.000 metros, sus motores eran muy ruidosos, por lo que producía una gran contaminación acústica, pero también hacía mucho ruido cuando alcanzaba la velocidad supersónica, es decir, cuando superaba la barrera del sonido. También hacía mucho ruido cuando iniciaba el descenso y pasaba de la velocidad supersónica a la velocidad sónica, como cuenta la hemeroteca de La Voz de Galicia.
El otro avión supersónico comercial que ha existido es el Túpolev Tu-144 soviético, aunque solo operó dentro de la Unión Soviética. El primer vuelo de un prototipo de pruebas del Tu-144 tuvo lugar dos meses antes del primer vuelo que hizo un prototipo de Concorde, el 31 de diciembre de 1968. También fue el primer avión comercial que superó Mach 2. Solo se construyeron 16 unidades, nunca tuvo el éxito del Concorde y se retiró en 1999.
Imágenes: Boom Supersonic y Wikipedia.