Con los vuelos comerciales de corta distancia en el punto de mira (Francia ha acordado prohibirlos), el futuro de la aviación mira hacia la electrificación a través de baterías y de la pila de combustible.
La aerolínea más importante de Escandinavia, SAS, ha abierto las reservas para el que será su primer vuelo comercial impulsado al 100 % por baterías. Pero la cosa va lenta.
Según explica la compañía en su web de reservas, los vuelos eléctricos inaugurales serán vuelos nacionales en Suecia, Dinamarca y Noruega. Habrá 30 asientos disponibles a un precio de 180 dólares al cambio (unos 168 euros).
Ojo porque el avión eléctrico aún está en fase de diseño y los primeros vuelos no se llevarán a cabo hasta 2028. El avión será un modelo ES-30 de la compañía Heart Aerospace, una empresa emergente sueca de aviones eléctricos.
El modelo promete 200 km de autonomía usando únicamente sus baterías y sus cuatro motores eléctricos, 400 km en modo híbrido y hasta 800 en modo híbrido y con 25 pasajeros a bordo. Cifras que aseguran mejorarán a mediados de la década de 2030.
La aerolínea, que en 2019 se asoció con Airbus para desarrollar aviones comerciales de bajas y cero emisiones, dice que el día y el lugar de salida se comunicarán a los viajeros por correo electrónico una vez que se decida.
De momento el futuro de los aviones eléctricos está, nunca mejor dicho, en el aire. La compañía Eviation realizó el año pasado el primer vuelo con éxito de su jet Alice completamente eléctrico.
También tenemos a Airbus, que confía en el hidrógeno y pretende tener listos para 2035 los primeros aviones de cero emisiones para el mercado comerciales. Por su parte, Rolls-Royce completó con éxito el primer vuelo de su avión eléctrico hace más de un año.
Todo a apunta que los primeros vuelos en aviones eléctricos quedarán relegados a viajes regionales, y seguramente no serán baratos.
