Hasta 33 entidades de los sectores energético, industrial y de transporte conforman el primer consorcio para el desarrollo del hidrógeno verde en España, que se ha denominado “Shyne”, una abreviatura de Spanish Hydrogen Network. La agrupación contará con una inversión conjunta de 3.230 millones de euros, llevará a cabo proyectos en varias Comunidades Autónomas y promete crear más de 13.000 empleos (la mayoría, en el sector secundario).
La iniciativa está liderada por Repsol, que además de ser el primer consumidor de hidrógeno verde en nuestro país ya está llevando a cabo desde hace unos meses investigaciones como producir hidrógeno renovable a partir de biometano fabricado con residuos sólidos urbanos, además de estar trabajando con Talgo para impulsar el primer tren de hidrógeno renovable.
Un proyecto vertebrador que persigue objetivos ambiciosos
Tal y como han anunciado los impulsores de Shyne en la presentación del proyecto, el principal objetivo del consorcio será el desarrollo de tecnologías más competitivas en el entorno del hidrógeno verde "para que tanto la industria española como sus infraestructuras puedan evolucionar” hacia la descarbonización.
Por el momento, el consorcio español del que forman parte empresas como Enagás, Alsa, Bosch, Celsa, Talgo, Scania, Iberia, Navantia, Sidenor, Pymar, SEPI o Tubacex -entre otras-- se ha fijado dos metas clave: alcanzar una capacidad instalada de 500 MW en 2025 y los 2.000 MW a finales de esta década. En cifras, esto supondría lograr la mitad del objetivo que marcó el Gobierno en octubre de 2020 a través de su “Hoja de Ruta del Hidrógeno” en España.
Asimismo, el consorcio aspira a generar un ecosistema que conecte las grandes iniciativas regionales en torno al hidrógeno verde y que ya se están movilizando. Entre ellas, el Corredor Vasco del Hidrógeno (BH2C), el Valle del Hidrógeno de Cataluña o el Valle del Hidrógeno de la Región de Murcia.
Shyne también prevé la creación de dos nuevos hub dedicados a la investigación y desarrollo de tecnologías como la fotoelectrocatálisis, que permite emplear solo agua y energía solar para producir hidrógeno renovable.
En la presentación del consorcio el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, aludió a la capacidad vertebradora del proyecto, que tendrá presencia en una decena de comunidades autónomas y busca generar más de 13.000 empleos, "la mayor parte industriales, que son más estables, mejor pagados y más resilientes".
Por otra parte, el consejero delegado de Enagás, Marcelino Oreja, subrayó que la colaboración público-privada "es crítica" para el impulso del hidrógeno verde, para lo que pidió ayuda a las Administraciones, "no solo con fondos, sino agilizando los trámites" necesarios para avanzar.
Con este proyecto Repsol avanza muchos puestos en la carrera por el hidrógeno verde, que se ha convertido en España en un caballo de batalla en el panorama energético y un pilar básico para la transición energética.
Así lo demuestra el papel protagonista que le ha concedido el Gobierno, pues en el marco del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) los proyectos del hidrógeno verde son de los que más apoyo reciben, con un total de 1.555 millones de euros.
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