Hay una guerra entre coches y bicis por quedarse con las calles y París ha elegido bando: será una "ciudad 100% bici friendly" en 2030

París lleva años embarcada en reducir el espacio que ocupan los coches para dárselo a ciclistas y peatones, de la mano de la alcaldesa socialista Anne Hidalgo. Y en esta estrategia se enmarca en su Plan de la Bici. ¿Su objetivo? Hacer de la capital francesa en una ciudad completamente ciclable y crear rutas ciclistas en toda la región de Île-de-France.

En total planean levantar 750 km de carriles bicis en toda la provincia hasta 2030: una red de sendas que adaptará rutas de transporte público para conectar París con su periferia. Mientras, los coches van perdiendo terreno: por nuevas medidas adoptadas, pero también por un cambio en el paradigma movilidad de la ciudad.

Cada vez más usuarios de bici gracias a una amplia infraestructura que no deja de crecer

París ya cuenta en la actualidad con una extensa red de carriles bici: 1.000 km en total. También la región Île-de-France con unos 6.000 km, según datos de la Oficina de Turismo de París. Muchos de ellos se construyeron en la primera fase del Plan Vèlo (2015-2020), dotado de 150 millones de euros. Renovado el mandato de Hidalgo en 2020, se proyectó su segunda fase que está haciendo crecer aún más esta red ciclista.

El Plan Vèlo 2021-2026, con una partida de 80 millones de euros, contempla la construcción de más de 180 km de carriles bici sólo en París, de los cuales 130 km son nuevos y 52 km harán permanentes los provisionales instalados durante la pandemia.

Esto en la capital, porque en toda Île-de-France están previstos los mencionados 750 km: es la red ciclista RER-V, que pretende crear un total de 11 líneas entre 2025 y 2030 que conecten París con toda la periferia y otros municipios de la región. Esta red provincial estará unida a la urbana parisina.

Pero además de carriles bici también planean otras infraestructuras necesarias, como estacionamientos de bicicletas: están proyectados 100.000 nuevos de los cuales 40.000 estarán en las inmediaciones de estaciones de tren y metro. Como Ámsterdam, y en general en Países Bajos, la orografía acompaña a París, siendo una ciudad bastante plana.

Asimismo se fomenta el uso del la bici a base de informar a la ciudadanía. Por ejemplo el Ayuntamiento de París muestra el avance de este plan, indicando las calles de la ciudad que disponen de estos nuevos carriles.

También para los turistas: la Oficina de Turismo de París ofrece una completa guía para usar la bici en la ciudad, indicando la localización de aparcamientos ciclistas o de la red de carriles bici de la ciudad, así como el mapa de estaciones de su red de bicicletas compartidas (Vélib’ Métropole) y la localización de empresas de alquiler. Igualmente se detallan las normas viales o qué equipamiento de seguridad es obligatorio para circular.

Aunque no ocurre así con otras formas de movilidad alternativa: hace unos meses París prohibió los patinetes eléctricos de alquiler, reduciendo su uso a particulares que tengan uno. Lo usos indebidos y la siniestralidad han sido los motivos de tomar esta decisión, que fue votada por los parisinos aunque con una muy baja participación.

Los parisinos están dejando de coger el coche. El cambio de paradigma de movilidad en París, gracias a esta creciente infraestructura para la bici, ya se está notando en el uso de los ciudadanos. Es más, en hora punta las bicicletas hasta superan el número de coches en determinadas calles de la capital como la avenida de Flandre, el bulevar Voltaire y el bulevar Magenta.

Según un reciente estudio del Instituto de la Región Parisina el 11,2 % de los desplazamientos en la ciudad ya se hacen en bicicleta. Antes de la pandemia representaban menos del 5 %. Esta encuesta de movilidad se llevó a cabo entre octubre de 2022 y abril de 2023, sobre una muestra de más de 3.300 residentes de entre 16 y 80 años, para lo que tuvieron que equiparse con un rastreador GPS.

Mientras, el uso del coche cada vez es más reducido: la misma encuesta detalló que sólo el 4,3 % de los trayectos en la ciudad se hacen en coche. Y en lo que respecta a la periferia, el 18,9 % de los desplazamientos fueron en bicicleta en comparación al 6,6 % que se hizo en automóvil. No obstante, los trayectos más habituales son a pie (53,5 %) o bien en transporte público (30 %).

Hasta 225 euros por aparcar un SUV en la calle. Además de eliminarse plazas de aparcamiento (el plan de Hidalgo era el de reducir más de un 70 % de las mismas), los parisinos también votaron en un referéndum si se aplicaban las nuevas tarifas en las zonas de estacionamiento regulado. Penalizan a los coches más grandes y pesados: es decir, en general a los SUV. La mitad  de los parisinos votó a favor, aunque la participación fue igualmente baja: sobre el censo total no llegó al 6 %, pues votaron 78.121 de un total de 1.374.532.

Los nuevos precios obligan a desembolsar hasta 225 euros por estacionar un SUV en la calle, según la zona y el tiempo de estacionamiento. La medida pretende reducir el número de mastodontes sobre ruedas aparcando en la ciudad, que estaban fagocitando el espacio disponible. Sobre todo en el centro, plagado de calles estrechas y  carriles bici. Aunque también favorece que los parisinos aparquen cerca de casa.

Sea como fuere, París sigue encaminada en convertirse en una ciudad 100 % amiga de las bicis. Y dotarla de una inmensa infraestructura ciclista de momento funciona como demuestra el creciente número de usuarios. También será determinante si Hidalgo vuelve a renovar mandato en 2026 o bien si su sucesor mantiene o revierte sus medidas.

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