Las propuestas de la Comisión Europea de que los fabricantes solo puedan vender coches nuevos con cero emisiones de CO₂ en 2030 también afectará a los fabricantes de supedeportivos. En 2030, veremos Ferrari y Lamborghini eléctricos en Europa, sí o sí.
En la actualidad, estos fabricantes cuentan con una derogación, que les permite saltarse la famosa media de 95 g/km de emisiones de CO₂. En las nuevas proposiciones de la Comisión Europea, seguirá habiendo una derogación, pero solo para los fabricantes que produzcan menos de 1.000 coches al año.
Peter Campbell, del Financial Times, ha sido uno de los primeros en hacerse eco, seguido por Jalopnik, de ese posible cambio en la legislación. En la actualidad, “un fabricante de pequeño volumen, es decir, que produzca 10.000 coches de nueva matriculación al año, puede proponer su propio objetivo de excepción, basado en los criterios establecidos en el Reglamento”. Tiene que comprometerse a reducir sus emisiones, pero no tiene porque alcanzar la media de los 95 g/km.
Marcas como Pagani, Bugatti, Koenigsegg, Caterham, Lotus, Morgan, Aston Martin (5.862 unidades en 2019) o Lamborghini (8.205 coches en 2020) entrarían en esta categoría. Marcas como Ferrari o Porsche fabrican habitualmente más de 10.000 coches al año. Es verdad que Ferrari vendió 9.119 coches en 2020, pero en los últimos años, la intención de la marca ha sido de vender más de 10.000 unidades. Y así lo hizo en 2019 con 10.131 coches vendidos.
El caso de Ferrari y Porsche, por su parte, entrarían en la categoría de los fabricantes de automóviles de nicho: que fabrican entre 10.000 y 300.000 coches al año. Estos pueden solicitar una excepción hasta 2030 (inicialmente era hasta 2028, pero la Comisión Europea lo lleva ahora hasta 2030).
Entre 2020 y 2024, tienen que reducir en un 45% la media de sus emisiones con respecto a 2007. En los años 2025 a 2028, el objetivo será un 15% inferior al objetivo de excepción de 2021. Es decir, tienen que reducir notablemente sus emisiones, de ahí que Ferrari y Porsche ya hayan lanzado coches híbridos e híbridos enchufables, así como eléctricos en el caso de Porsche.
Solo los fabricantes más artesanales se librarían
Pero todas esas derogaciones desaparecerían en 2030 si se aprueban las propuestas de la Comisión Europea. La derogación se mantendría únicamente para quienes fabriquen menos de 1.000 coches al año. Es decir, Lamborghini y Aston Martin, por ejemplo, tendrán que vender coches de emisiones cero. Solo se librarían marcas muy artesanales, como Morgan (700 coches en 2018), Pagani o Koenigsegg.
En la práctica no sería un problema para Koenigsegg o Bugatti que fabrican sus propios motores, o Pagani si AMG le sigue vendiendo a precio de oro el motor que Pagani desee, pero casos como el de Morgan son más dolorosos. Los Morgan utilizan ahora mismo motores BMW, pero si BMW, como todos los generalistas, deja de fabricar motores de combustión porque solo vende eléctricos o de hidrógeno, Morgan tendría dificultades para disponer de motores asequibles. Es probable que al final tengan que fabricar también coches eléctricos.
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