En Estados Unidos todo es más grande. Las casas, los coches -allí, un SUV de 5 metros es un compacto- y los paisajes. Y las baterías de almacenamiento de energía renovable, también. En Estados Unidos se está construyendo la batería más grande del mundo con una capacidad de 8.500 MWh.
En el estado de Maine, cerca de Canadá, la start-up Form Energy convertirá una antigua fábrica de papel de la localidad de Lincoln lo que debería ser la mayor instalación de baterías del mundo, pudiendo abastecer en energía limpia a cerca de 57.000 hogares. Y todo ello gracias al óxido de estas baterías.
La batería de hierro-aire es clave en el proyecto
Pronto Maine albergará la mayor batería de energía limpia del mundo. Podrá almacenar 8.500 megavatios-hora de energía, lo que puede alimentar 85 megavatios durante un máximo de 100 horas. Un megavatio es suficiente para abastecer a 670 hogares de media, según un profesor de ingeniería medioambiental de la Universidad Rice, Daniel Cohan para CBS Austin.
El proyecto se caracteriza por utilizar baterías de hierro-aire, más fáciles de construir, mantener y también reciclar al final de su vida útil a diferencia de las baterías de iones de litio. Estas son actualmente la solución favorita para almacenar energía, sin embargo, es una tecnología muy cara (del orden de los 200 dólares el kWh en 2023) y que entraña riesgos, sobre todo en zonas con temperaturas extremas.
Una batería de hierro-aire utiliza el principio reversible de la oxidación para su funcionamiento y un electrolito no inflamable a base de agua. Cuando la batería se descarga, utiliza el oxígeno del aire para convertir el hierro del metal en óxido de hierro u óxido. Durante el proceso de carga, el óxido de hierro se convierte de nuevo en hierro y se desprende oxígeno.
Un módulo de batería hierro-aire tiene el tamaño aproximado de una lavadora. Contiene unas 50 celdas, cada una de un metro de altura, sumergidas en el electrolito. A continuación se colocan varios módulos en recintos que los protegen de la intemperie y pueden agruparse en bloques de potencia a escala de megavatios.
Detrás de este megaproyecto de energía verde está Form Energy, una empresa de Massachusetts que usa las investigaciones sobre hierro-aire desarrolladas por el doctor Yet-Ming Chiang, científico de materiales del MIT, y cofundador de Form Energy.
La idea de aprovechar el potencial del óxido para almacenar energía a largo plazo no es nueva. La NASA la desarrolló por primera vez en los años sesenta. Pero crear una batería de hierro-aire lo bastante robusta y barata, a unos 20 dólares el kWh, es en principio el gran avance de Form Energy.
La instalación de Form Energy ayudará a almacenar energía renovable procedente de parques eólicos y solares y también a cubrir las necesidades de la red cuando la producción eléctrica sea baja. Esto debería también evitar el uso de las reservas de gas.
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Foto | Form Energy