A medida que los coches eléctricos e híbridos van entrando en el mercado de segunda mano, su valor residual se ve condicionado por varios factores, pero sin duda uno de los más importantes en este sentido es el estado de su batería de tracción.
Para determinar el estado de este componente crucial, varias compañías ya trabajan en todo tipo de soluciones. Es el caso de la start-up austriaca AVILOO, que realiza pruebas certificadas para coches eléctricos que determinan el estado de la batería de los mismos "de forma detallada, objetiva e independiente" del fabricante, y que pronto empezarán a hacerse en las ITV alemanas.
El estado real de la batería de un coche eléctrico es crucial
La batería de tracción es el componente más caro y a la vez más delicado de los coches eléctricos, y los fabricantes suelen aportar una garantía individual para la batería independientemente de la que ofrecen del coche. Generalmente, esta suele ser de unos ocho años o 160.000 km recorridos (lo que suceda primero). Aunque por supuesto, existen diferencias entre marcas.
Para aquellos que quieren comprar coche y estén pensando en dar el salto a la movilidad sostenible, comprar un coche eléctrico el mercado de segunda mano es una opción cada vez más a tener en cuenta.
Antes, es fundamental conocer con exactitud el grado de degradación de su batería de tracción, pues si por ejemplo nos dicen que conserva el 70 % de su capacidad inicial, el coche nos ofrecerá, como mínimo, un 30 % menos de autonomía que cuando su batería de tracción era nueva.
Determinar la capacidad real de la batería no es sencillo, pero es mucho más económico que otras opciones como la de recurrir a una batería de alquiler o incluso a otra nueva. Por esa razón son muchas las empresas que empiezan a lanzar al mercado sus propias soluciones independientes de verificación, como la de AVILOO.
dispositivo de aviloo
Esta start-up básicamente ofrece un dispositivo de diagnóstico que se conecta a la entrada OBD (On Board Diagnostics) del vehículo, que sirve para verificar el estado de un vehículo a través de la centralita y los sensores que le proporcionan información.
El resultado de conectar el dispositivo a la OBD otorga hasta un millón de puntos de datos en cada prueba realizada, que los técnicos interpretarán a través de algoritmos propios. En menos de 48 horas, el cliente recibe el informe de las pruebas realizadas a la batería de tracción en forma de certificado oficial de la Agencia Alemana de Inspección Técnica (TÜV), a través de la la GTÜ (Gesellschaft für Technische Überwachung), una organización de inspección automovilística alemana.
Según subraya el director técnico de AVILOO, Nikolaus Mayerhofer, "al comprar un vehículo usado con motor de combustión, también nos informamos sobre la salud del motor para saber qué costes consecuentes cabe esperar. Con un vehículo eléctrico, es la batería lo que debemos comprobar".
Como apunta Mayerhofer, con un diagnóstico fiel de la batería "además de poder determinar el valor de un vehículo eléctrico con mayor precisión, el comprador estará informado de los posibles riesgos".
Según la compañía, no solo se puede solicitar a través de las ITV alemanas, sino que “el autodiagnóstico con AVILOO puede realizarlo cualquier persona”, ya que el dispositivo envía los datos analizados a la nube de la empresa.
En este caso, el usuario registrado recibe un enlace en su teléfono móvil y es guiado de forma segura y cómoda a través de los resultados de la prueba paso a paso.
El precio de la prueba de diagnóstico de la batería de tracción (incluyendo el certificado) es de 49 euros hasta el 31 de marzo de 2022 inclusive y por 30 euros más, AVILOO ofrece a los interesados una entrevista personal para una interpretación detallada de los valores alcanzados en la prueba.
Después de esta oferta de lanzamiento la prueba de diagnóstico pasará a costar 100 euros.
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