Todos los eléctricos experimentan algún grado de pérdida de autonomía en frío y se debe principalmente a que las reacciones químicas que suceden en la batería son diferentes en frío que en calor, según se desprende en este informe.
Aunque es verdad que esta pérdida de autonomía es temporal y no afecta a la batería a largo plazo, hay que tener en cuenta que la autonomía se ve comprometida en bajas temperaturas.
La bomba de calor maximiza la distancia que pueden recorrer los eléctricos
Es decir, que no todo son malas noticias, pero hay que tener en cuenta que durante los meses de invierno, tendremos que controlar y cuidar más la manera en la que se conduce para poder aprovechar el rango máximo que nos permite el coche eléctrico.
Pero, ¿por qué afectan las bajas temperaturas a los vehículos eléctricos? Todo se debe a que las reacciones químicas y físicas que se dan en una batería para que esta funcione, ocurren más lentamente a bajas temperaturas.
Como consecuencia, se reduce la potencia de los vehículos eléctricos.
Durante los meses de frío, el calor disponible del motor eléctrico se dirige para calentar la batería, lo que significa que la calefacción del habitáculo requiere una fuente de energía extra y esto suele hacerse a través de la batería, por lo que al utilizar la batería para calentar el habitáculo y no solo para moverse, hace que la cantidad de batería que queda para conducir sea menor.
Lo ideal para que estos coches no se vean tan perjudicados es contar con un sistema de bomba de calor; una tecnología creada para maximizar la distancia que pueden recorrer sus eléctricos con una sola carga, aprovechando el calor residual para calentar el interior del vehículo.
Permite a los conductores calentar el habitáculo de su coche en condiciones de frío sin afectar significativamente la autonomía de conducción eléctrica, y está compuesta por un compresor, un evaporador y un condensador.
Desde la empresa norteamericana han analizado varios modelos de coches eléctricos y cómo su autonomía se ve perjudicada en temperaturas que van desde los -7 grados centígrados a -1 grado.
Los que más pierden en este sentido son, con casi el 30 % de media, son tanto Chevrolet Volt, como Bolt, así como el Ford Mustang Mach-E.
El BMW i3 también pierde hasta un 24 % de autonomía en climas más fríos, así como el Volkswagen e-Golf (-23 %), Hyundai Kona (-19 %) y Nissan Leaf (-14 %)
En cambio, los cuatro modelos de Tesla analizados -Model 3, Model S, Model X y Model Y- son los que menos pérdida sufren en este tipo de situaciones, dando por sentado que van un paso por delante del resto de fabricantes de coches eléctricos.
Algunos de los consejos para conseguir aumentar la autonomía del coche eléctrico en invierno pasan por utilizar el preacondicionamiento que está disponible en la mayoría de los vehículos eléctricos con una aplicación que le permite calentar tanto la batería como la cabina antes de subir al automóvil a través del teléfono.
Y también habrá que tener en cuenta que, para proteger la batería, muchos automóviles limitan el voltaje de carga cuando está fría, a través del sistema de gestión térmica que generalmente levantará la restricción de voltaje cuando la batería esté lo suficientemente caliente como para recibir la carga completa de manera segura.
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