Tras ver como Gabriele Tarquini lograba la primera pole de la temporada en Monza, la primera no-Chevrolet desde 2010, muchos esperábamos que la nueva temporada fuese un punto de inflexión con respecto a la temporada pasada. La llegada de los nuevos motores de SEAT Sport pretendía ser un aliciente. El domingo las carreras se encargaron de llevarnos la contraria.
Año nuevo y de nuevo dominio de Yvan Muller. El francés, tricampeón del WTCC, comenzó la temporada por todo lo alto, cosechando la victorias en las dos carreras disputadas en el circuito italiano. Y hubiera sido un pleno de puntos si el sábado Tarquini no le hubiera “robado” la pole. Conviene recordar que este año la parrilla de salida de la primera carrera otorga 5-4-3-2-1 puntos.
En la primera carrera, el italiano aguantó tres vueltas la presión de Muller. Mientras el francés se encaminaba a la victoria, Tarquini luchaba con otro de los Chevrolet oficiales, el de Robert Huff. Al final, el británico se haría con la segunda posición a pesar de los problemas iniciales con el tercer Chevrolet, el de Alain Menu.
En la segunda carrera, con la parrilla invertida, Chevrolet consiguió un brillante triplete. En los primeros compases, un incidente entre Huff y Muller dejaba a Tarquni fuera de carrera mientras que por delante Rydell, Michelisz y Coronel luchaban delante. Poco a poco los Chevrolet irían remontando hasta copar el podio. Muller conseguía la victoria por delante de Menu y Huff.
Pepe Oriola fue la cara de la representación española. El joven piloto logró su primera victoria en el Trofeo de Independientes convirtiéndose en el piloto más joven en lograrlo hasta la fecha. La cruz estuvo encarnada en Isaac Tutumlu al que los problemas mecánicos le retrasaron durante su debut en el campeonato. Los resultados permiten a Oriola ser el líder del trofeo junto con Stefano D’Aste y Alex Macdowall.