La verdad es que no tiene ni pies ni cabeza, pero todo esto ha empezado al leer unas declaraciones de Marc Gené en el diario Sport, en las que aseguraba: “en más de una ocasión le he dicho a Michael que corra en Le Mans. Creo que se aburre un poco, aunque no para de hacer actividades que le gustan. Ya se ha tirado mil veces en paracaídas y ha dado la vuelta a EE.UU en Harley, pero le falta el aliciente de competir y si se pasa al DTM se equivocará”.
Desde entonces, no hago más que darle vueltas a lo gigantesco que sería que toda una leyenda como Michael Schumacher participará en una competición tan mítica como las 24 Horas de Le Mans. El boom mediático sería de magnitudes incalculables, y la carrera tendría un seguimiento nunca antes sospechado. Sería sencillamente un regalo para todos los amantes del automovilismo. Dos leyendas confluyendo en un mismo circuito, en un mismo fin de semana. Michael Schumacher y las 24 Horas de Le Mans juntos. Madre mía, es que, ¿cómo no me voy a poner a soñar con sólo pensar que pudiera ser posible? Cada vez hay más pilotos de Fórmula 1 que se sienten atraídos por el reto por excelencia de la resistencia, y si hay un piloto al que le gusta correr y disfrutar corriendo, ese es sin duda Michael Schumacher. Sólo su nombre podría devolver esta mítica prueba a su edad dorada, en la que sus parrillas de salida contaban con nombres como Juan Manuel Fangio, Graham hill, Jacky Ickx... ¿No sería genial? Aunque mejor no hacerse ilusiones, porque, lamentablemente, de momento esto es solo un sueño que quería compartir con vosotros.
