Tras ver la temporada 2013, poco más podemos decir del poderío con el que Volkswagen ha regresado al Campeonato del Mundo de Rallyes. A pesar de haber llegado un acuerdo para “ofrecer” algo de cuartelillo a sus rivales y no obligarles a construir un nuevo World Rally Car para el próximo año, los alemanes no se han relajado y tras varios test realizados durante el pasado mes de diciembre, estrenarán novedades en su Polo R WRC para esta temporada que comienza dentro de una semana.
Todo con el objetivo de hacer del Polo un coche todavía más perfecto de lo que era. Un coche sin apenas problemas mecánicos (tan sólo el freno de mano les dio algún que otro quebradero de cabeza en la primera parte del campeonato) y con un potencial increíble que les permitió conseguir la victoria en diez de las trece pruebas que conformaban el calendario de la temporada 2013.
Si las novedades visuales son mínimas, tan sólo algunos ligeros cambios en la decoración prácticamente imperceptibles al ojo humano, es en el corazón del coche dónde se han realizado la mayor parte de las evoluciones. En concreto, se han utilizado hasta 10 comodines para realizar modificaciones en distintos componentes del chasis y se ha mejorado la configuración de la entrega de potencia, haciendo aún más estable al Volkswagen Polo R WRC. Por último, otro de los campos que han recibido cambios es el software electrónico, que ha recibido una nueva versión. Lo rivales deberían estar temblando.