La Intercontinental Le Mans Cup vivía en China su tercera y última cita de su temporada de debut. La nueva seria creada por el ACO pasa por ser el mundialito de la resistencia, aunque tras el embrión que ha sido la temporada 2010, en 2011 si se espera un campeonato más interesante. Pero eso será el año que viene.
En el circuito de Zhuhai se planteaba la última lucha del año entre Peugeot y Audi y así lo ha sido. Tanto que incluso la victoria de Peugeot podría calificarse como de polémica. El sábado, Peugeot se golpeaba primero consiguiendo la pole position y copando la primera línea. En carrera las cosas han sido distintas. Simon Pagenaud y Sebastien Bourdais sufrían un accidente con el Porsche 911 GT3 RSR de Felbermayr-Proton diciendo adiós a sus opciones, aunque después han jugado un papel fundamental.
Por su parte, Franck Montagny y Stéphane Sarrazin fraguaban su victoria al conseguir salir en primera posición en su último repostaje. Ahí es dónde se produjo la acción polémica ya en Audi se quejan de que la segunda unidad Peugeot 908 HDI FAP conducida en esos momentos por Bourdais redujo sustancialmente su ritmo para frenar a Tom Kristensen y permitir que sus compañeros salieran a pista primeros. Tras ello, la lucha entre el Audi y Peugoet hizo que la distancia en meta fuera de tan sólo 4 segundos, a pesar de los 1.000 kilómetros que se habían recorrido.
Sin campeonato para los pilotos aún, el título tanto en fabricantes como en equipos ha sido para Peugeot. El Peugeot 908 HDI FAP ha disputado en Zhuhai su última carrera a la espera de que la marca gala presente su nuevo Peugeot 90X. El título se cimentó en la victorias en los 1.000 km de Silvertone y Petit Le Mans y se ha refrendado en Zhuhai. El año que viene más, bastante más.
Vía | Autosport