Silverstone albergaba la última cita de la temporada con el título en juego. Eso sí, los siete puntos de ventaja del Lola-Aston Martin de Charouz-Enge-Mücke sobre el Pescarolo-Judd de Boullion-Tinseau eran a priori una ventaja suficiente más que suficiente. Aunque los franceses no darían su brazo a torcer.
El autor de la pole, el Oreca-AIM de Lapierre y Panis aprovechó su posición para comandar la carrera en los primeros instantes, aunque pronto se vería sorprendido por un Jean-Christophe Boullion confiado en poner las cosas difíciles a los Aston Martin. Ese interés pronto se vió parado en seco. Problemas en la caja de cambios del Pescarolo-Judd les apartaban de la lucha por el campeonato.
Con el Pescarolo fuera de carrera, la victoria se iba a jugar entre el Oreca y el Lola-Aston Martin privado de Speedy Racing Team Sebah. Marcel Fässler, Nicolas Prost y Andrea Belicchi han causado muy buena sensación a lo largo de toda la temporada y un buen resultado en Silverstone sería el broche perfecto para el final de temporada. Tras pasar ambos por boxes para cambiar los frontales, la victoria caía del lado de la estructura francesa.
Por detrás, Charouz-Enge-Mücke completaban el podio y se alzaban con el campeonato, en el año de debut de los Aston Martin-Lola oficiales de Aston Martin Racing. Eso sí, que nadie olvide que cuando se han enfrentado a los todopoderosos Peugeot y Audi, los ingleses no han salido victoriosos.
En LMP2, a pesar del temprano abandono de ASM-Quifel, el campeonato ya estaba en sus manos tras la no comparecencia de Racing Box a la cita inglesa. La ausencia del equipo portugués permitió a Speedy Racing Team Sebah y su Lola B08/80 conseguir el triunfo. Hache Team, a pesar de que Carmen Jordá sufrió una salida de pista, consiguió cruzar la bandera a cuadros, aunque sin recorrer la distancia necesaria para clasificarse.
GT1 no tuvo historia, únicamente tres coche en pista y victoria para unos recién llegados. El Aston Martin DBR9 de Gigawave con Peter Kox y Ryan Sharp al volante. En GT2, el Ferrari 430 GT de JMW Motorsport pilotado por Robert Bell y Gianmaria Bruni vencía, aunque no era suficiente para evitar que el título fuese a parar a manos del Porsche 911 GT3 RSR de Felbermayr-Proton con los oficiales Richard Lietz y Marc Lieb.