Valtteri Bottas fue uno de los primeros en estrenar el casillero de sanciones el pasado Gran Premio de Australia, cuando perdió cinco posiciones en parrilla después de que su equipo le cambiara la caja de cambios. Mañana, en Malasia, saldrá tres puestos más atrás por molestar a Daniel Ricciardo en clasificación. La FIA, además, ha considerado que el finlandés debía ser sancionado con la pérdida de dos puntos de su superlicencia por haber cometido una infracción que ha perjudicado a otro piloto.
La medida de penalizar con puntos de la superlicencia es una de las novedades del Reglamento Deportivo de este año. Los comisarios se reservan esta posibilidad si consideran que el piloto ha cometido una infracción o falta de respeto dentro del circuito. Para los integrantes de la parrilla supone una nueva cosa más de la que estar pendiente, pues si pierden los doce puntos anuales, serán sancionados con la exclusión del siguiente evento.
De acuerdo con el artículo 16.3 los comisarios pueden imponer una penalización de puntos en la superlicencia de un piloto. Si un piloto acumula 12 puntos de penalización en su licencia será suspendido para el siguiente evento, después del cual los doce puntos serán devueltos. Los puntos de penalización permanecerán en la licencia de un piloto durante el periodo de doce meses. Éstos serán respectivamente eliminados en el aniversario de doce meses de la imposición de la penalización.
Así pues, Bottas (¡de aquí a marzo de 2015!), al igual que cada uno de los pilotos de la parrilla, deberá tener más cuidado en cada una de sus acciones en pista, ya que cualquier acción demasiado arriesgada o que comprometa la seguridad de los demás pilotos podría jugarle una mala pasada y acabar fuera de la siguiente carrera. Para más inri los comisarios tienen cierta libertad a la hora de aplicar las sanciones y no hay una regla establecida según la cual se imponen. Es decir si se considera oportuno podrán imponer penalizaciónes de cualquier número de puntos.