Además de aficionado al automovilismo, también me he vuelto durante los últimos años en un gran aficionado al motociclismo. Obviamente ver a Valentino Rossi domando aquella rabiosa Honda de 500cc era un placer casi orgásmico. Ahora que su carrera en MotoGP parece que está llegando a sus últimas temporadas, los aficionados a los rallyes le estamos esperando con los brazos abiertos después de exhibiciones como la vivida hace un par de semanas en el templo de la velocidad.
El transalpino consiguió la victoria a los mandos del Ford Fiesta RS WRC tanto en el Monza Rally Show como en el Master Show del domingo. No lo tuvo nada fácil ya que como principal rival tuvo a Rinaldo Capello, un verdadero experto en esta carrera y un piloto mucho más acostumbrado a las 4 ruedas. Sin duda el aplomo con el que se le ve a Rossi sobre un World Rally Car y la expectación que crea siempre con cada uno de sus movimientos, sería una inyección de popularidad increíble para los rallyes.