Cinco años de sueño. Así podríamos definir la aventura del Valencia Street Circuit (o la megalomanía de los dirigentes) que permitió a Valencia recibir a la Fórmula 1. Un sueño que permitió a España tener durante un lustro dos grandes premios y que una vez pinchada la burbuja, no fue capaz de mantener.
El trazado urbano, definido por el propio Bernie Ecclestone como el mejor circuito del mundial, ahora languidece y por eso, a pesar de que la noticia ya tiene unos días, no he querido dejar pasar la oportunidad de acercaros las fotos de como lo que otrora fue un circuito del Gran Circo, ahora es pura chatarra a la espera de un final.
Sin Fórmula 1, el abandono del Valencia Street Circuit es una realidad. Pero quizás lo que debamos decir es que por tener pintodos unos pianos, no lo convierte en un circuito. Hoy por hoy lo mejor que podría pasar es que se cumpla eso de que Ecclestone les ha "perdonado" a costa de utilizar todo el material en el Gran Premio de América de Nueva Jersey.
Las instalaciones son oxido en potencia, o quizás simplemente óxido, que dentro de algunos años veremos como esas ruinas que nos recuerdan tiempos mejores. O de tiempos de opulencia oncontrolada. Quizás más de lo segundo que de lo primero.