Los graves problemas que este pasado fin de semana provocó el preocupante deterioro del asfalto del Circuito Gilles Villeneuve de Montreal obligarán a los responsables del GP de Canadá a tomar medidas drásticas de cara a la edición de cara al próximo año.
Ya hace años que el asfalto del circuito de Montreal presenta un cierto deterioro a lo largo del fin de semana de competición, pero lo de este año, en especial el sábado, no tiene precedentes. El estado de la pista, con trozos de asfalto, gravilla y goma que saltaban al paso de los coches convirtió determinadas zonas del trazado en una auténtica pista de patinaje.
Y la medida más drástica, aunque también la más cara sería reasfaltar toda la pista antes del GP de Canadá 2009. "Esa opción no está descartada", explicaba el director ejecutivo del circuito, François Dumontier, que comentaba que eso supondría una inversión de alrededor de un millón de dólares.
Las causas que explican este constante deterioro del asfalto en Montreal son muchas y muy variadas. El propio Dumontier comentaba con la prensa este pasado fin de semana, que el problema se agravó cuando los Fórmula Uno comenzaron a utilizar los neumáticos rayados.
Otra de las posibles explicaciones a este deterioro de la pista canadiense es el hecho de que su asfalto es el que soporta una mayor variación de temperaturas a lo largo del año. Pensemos que en Montreal se puede pasar de los 35ºC en verano a los -35ºC en invierno, algo que no sucede en ningún otro circuito del calendario de la Fórmula Uno.
Por último, Dumontier no descartaba retocar la configuración de la famosa horquilla del circuito, que fue la zona de la pista más afectada por este problema y donde se tuvo que trabajar a contrarreloj hasta minutos antes de que comenzara la carrera.
Vía | Eurosport