Tras ver como Jackie Stewart y Graham Hill nos daban sus particulares lecciones sobre el circuito urbano de Montecarlo, hoy es el turno de otro de los grandes de la historia de la Fórmula 1, Juan Manuel Fangio. El chueco nos recuerda una época en la que, para conducir, tan sólo hacían falta unas cuantas cosas.
En esta ocasión, y lejos de la competición, Fangio se da una vuelta por las calles de Mónaco al volante de un Ferrari 2500, el mismo modelo con el que el argentino consiguió el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 de 1956. De nuevo, un documento de obligado visionado de todo gran aficionado que se precie de serlo.