A pesar de que tras los primeros entrenamientos libres en la Scuderia italiana se las prometían muy felices, la carrera ha vuelto a ser algo más de a los que nos tienen acostumbrados en Ferrari durante los domingos, faltos de velocidad punta y con una estrategia que a veces es difícil de comprender. Una sexta plaza final (misma posición que en parrilla) que vuelve a saber a poco, pero que dejaba a Fernando Alonso con una sonrisa tras verse involucrado en algunas batallas en las que casi siempre ha contado con los mejores neumáticos.
Fernando Alonso realizaba una buena salida, aprovechándose de la mala arrancada de Daniel Ricciardo y estando a punto de dar algún susto a unos Williams que se encontraban en su particular guerra interna. El asturiano no podría contener al RB10 del australiano en el relanzamiento tras el Safety Car, a pesar de que el Ferrari trataba de traccionar rápidamente para situarse en el interior y pelearle la posición al australiano.
Tras adelantar fácilmente a Sebastian Vettel (el alemán había parado muy pronto para aprovechar, el piloto de Ferrari se encontraba con un hueso llamado Jenson Button, que le ponía muy difícil la lucha por la séptima plaza. Mucho más fácil lo tendría ante un Kevin Magnussen que también comenzaba a sufrir la veteranía de su neumáticos. Los Ferrari decidían retrasar al máximo su entrada en boxes, tanto en el caso de Alonso como en el de Kimi Räikkönen. Esta estrategia metía completamente al español en la batalla que estaban teniendo Kevin Magnussen y Fernando Alonso.
Sin embargo, los neumáticos blandos y más frescos que los duros de Sebastian Vettel jugaban a favor de Fernando Alonso que recuperaba su sexta plaza inicial ante un tetracampeón algo exhausto tras la importante remontada. A pesar de ganar este duelo desigual, el bicampeón del Mundo a punto estaba de perder su posición en la última vuelta, cuando los problemas en su F14 T permitían a un Vettel con ruedas nuevas recuperar posiciones y toda la distancia que le había sacado el de Ferrari. Tras sufrir la última vuelta, Alonso cruzaba sexto y ya empezaba a pensar en Interlagos dentro de una semana, donde la lluvia puede permitirle estar un poco más arriba. Sólo quedan dos Grandes Premios para terminar con el sufrimiento... o tal vez para comenzar otro con distinto nombre.