El pasado fin de semana el Mundial de Turismos se desplazó al espectacular circuito urbano de Pau, al sur de Francia. Este mítico circuito es uno de los trazados urbanos "de toda la vida", y de hecho ha sufrido menos modificaciones de trazado con el paso de los años que el mismísimo Mónaco. En este escenario fue donde el brasileño Augusto Farfus fue a cometer un error el sábado que, a parte de poderse haber hecho mucho daño (y provocarlo, y si no que le pregunten al pobre comisario que está detrás de los guardarraíles...), casi le cuesta las dos carreras del domingo, porque el coche quedó bastante tocado. Se puede apreciar en la imagen como el BMW de Farfus ya llega mal colocado a la primera de derechas, y con el coche totalmente desestabilizado no puede hacer nada para tomar la izquierda como de costumbre, y claro, la zaga está todavía bailando y al tocar el piano (vaya, la montañita entera...), este catapulta el coche a dar unas cuantas vueltas de campana. Un dato para reconocer el trabajo de los mecánicos: Farfus pudo correr las dos mangas del domingo, ganando la segunda de ellas. Bravo por los mecánicos, y por las narices de Farfus de atacar esa curva el domingo como si nada hubiera pasado un día antes.
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