Estos últimos días estamos recibiendo una avalancha de noticias sobre los futuros cambios que podrían introducirse en la reglamentación del Campeonato del Mundo de Fórmula Uno, la mayoría de ellos con la intención de reducir los costes del deporte. Esta misma semana tenía lugar una importante reunión en Ginebra entre la FIA y la FOTA en la que se alcanzaron los primeros acuerdos.
Sin embargo, hay un tema en el que parece imposible que los equipos con un constructor detrás vayan a ponerse de acuerdo con la FIA, que no es otro que la posible introducción del motor único en el Mundial de Fórmula Uno. Una medida así podría acabar con la Fórmula Uno tal y como la entendemos hoy y así se lo han hecho saber algunas escuderías a Max Mosley, entre ellos Toyota.
El Presidente de Toyota Motorsport, John Howett, que asistió a la reunión de Ginebra, fue muy claro con Mosley y también lo fue después ante la prensa cuando se le planteó la posibilidad del motor único en la Fórmula Uno: "Para Toyota ése sería un motivo suficiente para dejar la Fórmula Uno". Vaya, que cada vez parece más claro que lo del motor único simplemente fue una medida de fuerza que anunció Mosley para presionar a los equipos. No habrá motor único en la Fórmula Uno.