Es la eterna historia. Desde que Sebastien Buemi y Jaime Alguersuari aterrizaron en Toro Rosso, en su horizonte estaba fijado la opción de acceder a un volante oficial en la todopoderosa Red Bull. La opción pasaba por el retiro o el adiós de Mark Webber pero pasan los años y el australiano sigue contando para los de Milton Keynes. Eso hace que los pilotos quemen mucho antes sus posibilidades como pasó con Buemi y el español. La siguiente hornada la forman Daniel Ricciardo y Jean Eric-Vergne. Las dos últimas perlas de la factoría Red Bull han superado su primera temporada sin excesiva nota. Ni el Toro Rosso ni sus actuaciones fueron dignas de lo que se espera de ambos.
Es por ello que desde Toro Rosso, Franz Tost ha querido mandar un mensaje de paciencia a sus pilotos. El austriaco reconoce que el STR7 no fue el monoplaza adecuado para que los pilotos destaparan el tarro de las esencias y espera que la situación cambie con el monoplaza de 2013, algo que considera como fundamental para el crecimiento de los pilotos. Tost afirma que Ricciardo es un gran piloto a nivel técnico capaz de ofrecer a los ingenieros un feedback más completo. A Vergne lo califica de piloto agresivo tanto con el coche como en la carrera. Dos pilotos distintos que pueden conjuntarse y aportar lo máximo posible a la escudería.
Antes de que nada ocurra, Red Bull va a esperar lo que les depara la temporada 2013 y quizás lo que es más importante, el futuro de Mark Webber. Sin hueco en Red Bull el problema es que Toro Rosso se convierte en un tapón para sus jóvenes estrellas. Por ejemplo, en 2012, Daniel Ricciardo y Jean-Eric Vergne vivieron un año plácido sin ningún piloto que les hiciera sombra. Panorama que ha cambiado ya que la irrupción de Antonio Felix da Costa hace que la ultimísima perla de la factoría Red Bull se convierta en una amenaza real para ellos. Buemi tuvo tres temporadas completas, Alguersuari, dos y media. El listón para hacerlo bien o irse a casa está puesto.
Vía | Crash.net