Son habituales las historias de aficionados al motor que un día deciden montar su propio coche en su garaje o incluso en su propia cocina. Lo que no es tan habitual es que ese coche sea de rallyes y que encima el que lo construye sea un joven de 21 años con dislexia. Esa es la historia de Alex Kelsey, un neozelandés loco por los rallyes y que tras algunos intentos fallidos y algún que otro “revolcón” con su anterior Subaru Impreza, decidió comenzar a construir su propio Peugeot 207.
Pero no esperéis ver algo similar al Peugeot 207 S2000 que aún compite en los campeonatos internacionales y nacionales. Ni corto ni perezoso, Alex le puso un motor V6 de 3,5 litros procedente de Renault Sport a su coche, al cual ha denominado MC2 (Mad Creation 2, no queréis saber cómo acabó el MC1). Además la caja secuencial de seis velocidades Sadev, piezas recicladas de su anterior Subaru, paneles de fibra de carbono para aligerar el peso total… en resumen, capaz de hacer el 0 a 200 km/h en 7 segundos, digno de un Supercar de RallyCross. Una cosa está clara, a Nueva Zelanda no ha llegado el reglamento FIA.
Tras 18 meses de trabajo, este joven neozelandés tiene un autentico coche atómico en su garaje con el que pretende competir en una semanas en su país. Kelsey reconoce que gran parte de su inspiración para seguir con este proyecto se la ha dado John Briten, un preparador de motociclismo de Nueva Zelanda que al igual que él es disléxico. El MC2 desde luego parece rápido y el sonido es algo que no estamos muy acostumbrados a oír en los rallyes.
Vía | MotorHeads