A pesar de que el propio Stéphane Peterhansel se encargó de alimentar con varias bromas la posibilidad de un paso a los camiones en el futuro, y de que el galo coqueteó hace pocos días con las motos, quedando segundo en la Baja Italia, X-Raid confirmó este miércoles por la mañana la renovación de su contrato, para así disputar el Dakar 2014 con uno de sus MINI.
El francés, que lleva desde 2009 en el equipo de Sven Quandt, buscará así su decimosegundo triunfo en el Dakar, sexto en coches, al volante de su ya habitual Countryman All4 Racing patrocinado por Monster Energy y copilotado por Jean-Paul Cottret. En la nota de prensa publicada por X-Raid, Peterhansel alaba la fiabilidad de su MINI, que además será aún más competitivo si cabe en 2014 después de que la FIA haya limitado en parte el rendimiento de los buggies que tantos quebraderos de cabeza les dieron en la última edición.
Además, el galo se muestra expectante ante las promesas de ASO de aumentar las etapas maratón en la próxima edición del Dakar, describiéndolo como "un desafío como el que teníamos en África", y compensando así el hecho de que coches y camiones sólo vayan a correr por tramos argentinos y chilenos, dejando el paso por Bolivia a motos y quads.